Considerando registros de nacimiento oficiales, Emma Morano, de 116 años, es la mujer más vieja del mundo y actualmente la única nacida en el siglo XIX. Esta mujer italiana que vive sola y que mantiene un estupendo sentido del humor ha conseguido este título luego de que Susannah Mushatt Jones muriera la semana pasada en Nueva York (una mujer que era apenas unos meses más vieja).
Al recibir la noticia, Emma dijo "Por dios, soy tan vieja como los cerros", con una sonrisa de satisfacción, según cuenta The Telegraph.
Su salud es relativamente misteriosa, pues no parece llevar a cabo ninguna de las recomendaciones aceptadas actualmente como ultrasaludables, si bien su dieta es moderada. Los médicos resaltan que Emma come lo mismo diario y no tiene variedad de ingredientes. El secreto quizás este en su mente: Emma muestra un buen sentido del humor y una actitud positiva.
No obstante, ella atribuye su gran longevidad a que come dos huevos diarios, uno crudo y uno cocido, siguiendo una recomendación médica que recibió cuando tenía 20 años. De desayuno ingiere panecillos y leche o agua. Come pasta y cena carne deshebrada, y en el transcurso del día sus dos huevos y una copa de brandy casero.
Emma dice que se duerme a las 7pm y se despierta antes de las 6am, siguiendo el curso del Sol.
La ahora mujer más vieja del mundo estuvo casada y tuvo un hijo, pero esto casi fue hace 1 siglo. En 1938 se separó de su esposo y su hijo murió poco después de nacido. Trabajó en la cocina de un internado y se retiró en 1975.
Un buen consejo de longevidad quizás puede tomarse de los pobladores de Okinawa, la isla japonesa que tiene el mayor promedio de centenarios en el mundo. Su secreto es nunca comer hasta llenarse, siempre mantener un hueco en el estómago.