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El festival inspirado en Burning Man desde el cual la élite construye el mundo sin sufrir ni sudar

AlterCultura

Por: Jimena O. - 05/30/2016

Así es como el 1% poseedor de la mayoría de la riqueza del mundo se reúne a hacer negocios y moldear el mundo mientras asiste a un festival "visionario"

Further Future abarcó de la media noche del viernes 28 de abril al atardecer del 1 de mayo de 2016 y se llevó a cabo en la reserva nativoamericana de Moapa River, cerca de Las Vegas. A través de su sitio de internet, este festival prometía  un fin de semana “lleno de música increíble, ponentes visionarios, arte inspirador y conexión humana”. El boleto más barato costaba alrededor de 350 dólares, aunque la mayoría de los asistentes optaron por subir de nivel un poco más (sin reparar en gastos) y conseguir hospedaje con un staff completo para cubrir sus necesidades, además de platillos sofisticados y caros para saciar su hambre.

La mención de festivales visionarios en el desierto norteamericano inevitablemente trae a la mente a Burning Man, el cual construye una ciudad en el desierto alrededor del concepto de comunidad y creatividad. Sus asistentes suelen valorar el duro trabajo en el desierto; después de todo éste tiene una connotación espiritual, ya que en el desierto hay espacio y en él pueden ocurrir las epifanías. Por otro lado, los asistentes a Further Future no sienten vergüenza alguna en admitir que prefieren ahorrarse las incomodidades y el trabajo duro, porque además el despilfarro no es problema para ellos. Uno de los personajes más notorios entre sus filas es Eric Schmidt, director ejecutivo de Alphabet, quien comparte los reflectores con Stan Chudnovsk, ejecutivo de alto nivel de Facebook y Bob Pittman, el CEO de Clear Channel.

Schmidt, por cierto, no dudó en admitir que estaba ahí porque ahí estaban sus amigos. Porque cuando eres parte del 1% de la élite mundial que tiene la mayor parte de la riqueza del orbe, tus amigos son otros como tú, poseedores de poder y privilegios que no dudan en ejercer mientras negocian charlando en el spa del festival en el desierto al que atendieron durante el fin de semana. En palabras de Schimdt: “Este es un alto porcentaje de emprendedores de San Francisco y tienden a ser ganadores. Es un grupo selecto de adultos que se respetan entre ellos y tienen trabajos. Puedes saberlo por el porcentaje de tráilers”.

Russell Ward, el publicista a cargo de este festival, comentó a una periodista de The Guardian:

Esta es la liga mayor de negocios y networking, todos están aquí pretendiendo que se divierten. Está diseñado alrededor de la música, pero sólo se trata de negocios. Una tonelada de negocios se cerrarán aquí. Los emprendedores consiguen financiamiento, los inversionistas encontrarán sus trayectorias, las compañías que ofrecen servicios se encontrarán y mezclarán.

Sentimos un gran respeto por Burning Man, pero siempre hay un elemento arduo o penoso. Aquí tenemos tratamientos de spa y jugo verde. Ya hay suficiente dureza en la vida.

Porque ciertamente la vida es dura para estos privilegiados, quienes ocultan sus alojamientos tras un muro disfrazado de arte, donde tienen su zona residencial VIP con corrientes de aire y palacios lunares de los que disponen por el módico precio de 7 mil 500 dólares, además de tener un concierge encargado de administrar los pequeños gustos que hacen la vida de esta adinerada élite un poco más ligera; para él no hay petición imposible.

Pero, ¿qué tiene de malo el despilfarro, el lujo y cerrar negocios mientras escuchas música finamente curada y bebes cócteles internacionales? Quizá la respuesta de Fabian Piorkowski, panelista de “Viajes de aventuras: el viaje como bienestar” cuando alguien le preguntó sobre el privilegio, nos pueda dar algunas pistas:

Somos tan privilegiados de venir a estos lugares espirituales, pero no todos pueden… Se trata de balance. Nosotros somos los destinados a ser el aire, no la tierra. Así que tienes este grupo que puede viajar. El propósito no puede ser nunca habilitar a todas las personas para que viajen porque eso crearía un desequilibrio.

Sí: ellos tienen el mundo en sus manos para venderlo y moldearlo de acuerdo a su visión y creen que es su prerrogativa y no hay absolutamente nada malo en el desequilibrio social, político y económico que oprime a los habitantes del planeta. Este 1% responde al texto que Further Future decidió poner en su sitio para invitar a los asistentes al festival:

Cierra tus ojos. Imagínate rodeado de las personas que más te inspiran: grandes amigos, artistas nuevos y establecidos, músicos y performers, futuristas y tecnólogos, estimados emprendedores, visionarios, líderes de opinión, todos ustedes repletos de nuevas ideas y conocimiento. Están bailando juntos en lo profundo de un remoto desierto, están en arenas de una playa distante y virginal, están en la cumbre de una montaña mirando los interminables picos nevados.

A su alrededor una música extraordinaria y arte impactante se mezclan y realzan la belleza del entorno. El mundo de las limitaciones está lejos, los juicios son irrelevantes y todo es posible.

Este es Further Future. Es una casa para una naciente sociedad sin fronteras que comparte la visión conjunta del mundo que estamos construyendo.

Aspiramos a ser, una comunidad iluminada conectada a través de experiencias mágicas, hermosas y fantásticas alrededor del universo, nutriendo una cultura de conciencia plena y optimismo, de asombro y exploración.

Para ser bondadosos y generosos, para ser apasionados. Para ser innovadores y no tener miedo a creer. Para dar la bienvenida a un grupo de personas sorprendentes e inspiradoras para compartir el viaje, pasando el futuro y más allá del horizonte.

Así es como se dejan atrás las terribles realidades en las que se traducen las desigualdades en la distribución de la riqueza, con palabras bonitas y sin tener que sufrir ni sudar en el desierto.