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De acuerdo con las investigaciones científicas, las sustancias psicodélicas son mucho menos dañinas que el alcohol

Mientras que el alcohol se encuentra relacionado con el incremento en los índices de depresión y suicidio, además de agravar posibles desórdenes mentales, los científicos no han encontrado evidencias de que consumir psicotrópicos realmente cause problemas mentales graves. 

Científicos noruegos afirman que los psicodélicos no están relacionados a los transtornos mentales ni conductas suicidas y que con frecuencia proporcionan experiencias profundas y transformadoras a quienes consumen LSD u hongos alucinógenos. Los investigadores no sólo registraron las experiencias subjetivas de los participantes, también examinaron sus condiciones clínicas, grado de estrés, el estado de su salud mental en general y la posible existencia de pensamientos suicidas, depresión o ansiedad.

Teri Krebs, una neurocientífica involucrada con esta investigación ha declarado que: “Los expertos en drogas consistentemente califican el LSD y la psilocibina de los hongos como mucho menos dañinos tanto para los usuarios a nivel individual como para la sociedad en comparación con el alcohol y otras sustancias controladas”.

Un punto medular es que las sustancias psicodélicas pueden traer un entendimiento que de otra forma resultaría inalcanzable. De acuerdo con Sam Harris, autor de Despierta: una guía para una espiritualidad sin religión, la experimentación con sustancias psicotrópicas podría llevar a personas alienadas e indiferentes con respecto a la propia naturaleza de su mente a descubrir una nueva dimensión de la conciencia. En sus palabras:

Para algunas personas tomar una droga es la única forma en la que van a darse cuenta de que es posible tener una experiencia diferente del mundo… No hay duda de que si alguien te da 100mcg de ácido algo va a pasar. 2 horas después el significado de tu existencia habrá caído sobre de ti como una avalancha.

Sin embargo, cuando se refiere a sus experiencias con el uso de sustancias psicodélicas como el MDA Harris ha explicado que su consumo no tenía fines recreativos sino que obedecía a un interés genuino por la exploración de la conciencia.