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¿Cómo cambia tu rostro al beber alcohol? (FOTOS)

Salud

Por: Jimena O. - 04/11/2016

A pesar de que es socialmente aceptado, el consumo de alcohol puede tener efectos poco deseables en el cuerpo y la mente de una persona

Si bien la industria de bebidas alcohólicas se ha esforzado a lo largo de la historia por postular el consumo de alcohol no sólo como inofensivo sino como loable (o cool), tanto las estadísticas como incontables experiencias personales acumuladas por millones de personas parecen desmentir las maravillas de este hábito.

Evidentemente la sustancia por sí sola no define las condiciones del encuentro entre ella y una persona. También inciden, y bastante, otras circunstancias, por ejemplo el contexto en el que se consume y el estado de ánimo de aquel que la está ingiriendo. En este sentido sobra decir que no se trata de satanizar ni al alcohol ni a otras sustancias “similares”. Pero sí vale la pena también hacer un esfuerzo por contrarrestar la propaganda de la industria, que por décadas ha invertido incalculables presupuestos en promover el consumo de alcohol como si no pudiera tener consecuencias dañinas en todos los planos: físico, mental, social, etcétera.

A propósito de lo anterior les compartimos una serie de imágenes comparativas capturadas por el fotógrafo brasileño Marcos Alberti, que documentan los influjos de una, dos y tres copas de vino en el rostro de diversas personas (en contraste con su estado original, la sobriedad). El resultado es peculiar ya que, si bien muchos de los participantes van evidenciando en el proceso una cierta relajación y desinhibición, en varios casos el destino que les depara tiene algo de "confundido" o bufonesco.    

Quizá la reflexión más interesante alrededor del trabajo de Alberti tiene que ver con la cantidad de alcohol que se ingiere, ya que si observamos los rostros post una copa en realidad pocos proyectan un estado indeseable (lo cual no ocurre después de la tercera copa, inercia que suponemos continuaría con los tragos subsecuentes). Por otro lado, ya en un plano más reflexivo, valdría la pena sopesar los pros y contras que implica la ingesta de alcohol. Y es muy probable que terminemos por darnos cuenta de que los virtuales beneficios que nos ofrece el alcohol son habilidades que fácilmente se pueden desarrollar o alcanzar sin necesidad de consumirlo (como la relajación o la "seguridad"), mientras que los contras, por ejemplo la poca claridad, el desgaste físico o la posibilidad de hacer estupideces (algunas de ellas indelebles) es algo que tal vez valdría la pena ahorrarnos. Pero esa es una decisión muy personal.

Marcos Alberti: 3 glasses wine project captures faces of drinkers 
Marcos Alberti: 3 glasses wine project captures faces of drinkers 
Marcos Alberti: 3 glasses wine project captures faces of drinkers 
Marcos Alberti: 3 glasses wine project captures faces of drinkers 
Marcos Alberti: 3 glasses wine project captures faces of drinkers 
Marcos Alberti: 3 glasses wine project captures faces of drinkers 
Marcos Alberti: 3 glasses wine project captures faces of drinkers 
Marcos Alberti: 3 glasses wine project captures faces of drinkers 
Marcos Alberti: 3 glasses wine project captures faces of drinkers 
Marcos Alberti: 3 glasses wine project captures faces of drinkers