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De aprobarse, las penas para los profesores que aborden estos temas sería hasta de 2 años de cárcel

Imagen de guilherme jofili

Como si no fuera suficiente con la conmoción en torno al impeachment contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el Congreso Nacional del país sudamericano también discutirá proyectos de ley que buscan evitar "el adoctrinamiento político e ideológico" de temas como la salud reproductiva, la sexualidad y la equidad de género.

El argumento de diputados como Eros Biondini (antiguo presentador televisivo que no parece hacerle honor a su propio nombre) es que estas "ideologías de género" pueden volverse "amenazas contra la familia".

De aprobarse, los profesores que hablaran sobre la salud sexual y reproductiva de los alumnos estarían sujetos a entre 6 meses y 2 años de prisión; la base jurídica de estos proyectos de ley está en la "neutralidad política e ideológica" que los profesores deben guardar con respecto a los alumnos. 

El problema es que la única manera de aprender sobre la convivencia entre géneros, la ética, la filosofía y otras cosas importantes de la vida es precisamente desestabilizando dicha "neutralidad", discutiendo abiertamente preocupaciones e inquietudes de los alumnos, lo cual no se contrapone con el respeto a las ideas familiares de todo tipo.

Si reducimos el papel de los profesores a meros diseminadores de información, una tradición pedagógica que comenzó en Grecia unos 5 siglos antes de Cristo terminará enterrada por el discurso políticamente correcto.