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Reflexionando sobre la necesidad de espacios públicos embellecidos con arte para generar una dinámica social saludable

El arte es por muchos considerado un medio para sanar la vida de cualquier individuo adolecido; a través de la apreciación estética y la creación que implica, el alma y el cuerpo encuentran los nutrientes que necesitan para sintonizar con una parte profunda y renovadora. Aunando a esas cualidades del arte las múltiples bondades propias de la naturaleza se crea una experiencia estética suprema, que regocija el espíritu conectándolo con el pasado remoto y con dimensiones ulteriores.

Las civilizaciones antiguas reconocieron la capacidad de la escultura para armonizar con el paisaje enriqueciéndolo; los griegos colocaban a sus dioses adorando el  horizonte. En Mesoamérica existen incontables ejemplos de centros ceremoniales al aire libre, las grandes esculturas en la isla de Pascua debieron de ser también centros lúdicos sin comparación, equiparables a las versiones modernas de los jardines escultóricos. La importancia social que tiene la comunión entre arte y naturaleza que se encuentra en los jardines escultóricos al aire libre, radica en los encuentros enriquecidos y subsecuentes diálogos que se llevan a cabo en esos espacios bellos, que sólo pueden inspirar sensaciones alentadoras; podrían fungir como pulmones purificadores no sólo del ambiente, sino de las relaciones entre habitantes de las grandes urbes.

hakone head sculpture outdoors

Imaginemos el asombro que produce transitar por los 70 mil metros cuadrados y las 120 obras esparcidas en el parque escultórico ubicado en las montañas Hakone de Japón; con piezas de maestros como Rodin, Bourdelle, Miró y Moore, entre otros, el espectáculo es abrumador. El empresario originario de Nueva Zelanda, Alan Gibbs, fundó en 1991 la Gibbs Farm, un impresionante paisaje donde yacen alrededor de 20 comisiones escultóricas esparcidas en los mil acres que componen la granja. Algunos de los artistas que han participado hasta el momento son: Graham Bennett, Andy Goldsworthy, Ralph Hotere, Anish Kapoor, Sol LeWitt, Tony Oursler, Richard Serra y Richard Thompson, entre otros.

Uno de los parques más hermosos de este tipo que se conocen en Francia es el Centre international d'art et du paysage, diseñado por los arquitectos Aldo Rossi y Xavier Fabre. El centro está dedicado al desarrollo y la experimentación artística contemporánea, y hasta la fecha es un reconocido espacio de encuentro entre creadores.

Los anteriores son sólo algunos ejemplos de bellos parques escultóricos y, aunque existen varios, no parecen suficientes. Exhortamos a los residentes del mundo a promover la necesidad de este tipo de espacios en sus ciudades; generemos arte y cultura que arrebaten de las manos del crimen a los jóvenes posicionándolos en una vida creativa encaminada al desarrollo humano.