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Hablar como el mar: vocales en el calor y consonantes en el frío (de Hawái a Alemania)

Arte

Por: Luis Alberto Hara - 03/21/2016

Investigador explica por qué lenguas que se desarrollan en zonas cálidas tienden a las vocales (o cómo el ambiente moldea el lenguaje)

Al parecer --debía de ser obvio-- el lenguaje evoluciona conforme al ambiente en el que se desarrolla: el clima y la geología determinan qué tipo de palabras se utilizan. Un divertido estudio, comentado por la revista Nautilus, sugiere que idiomas como el hawaiano --en el que se emplean sobre todo vocales-- son favorecidos por climas cálidos, mientras que idiomas como el alemán --en el que reinan las consonantes-- están adaptados al frío.

El hawaiano tiene sólo ocho consonantes en su alfabeto de 13 letras y los significados se derivan de los oohs, aahs, ohs y eehs. "Uno diría que el hawaiano suena como el mar que lo rodea; la mayoría de sus palabras simples y escuetas, fluyendo suavemente de vocal a vocal. Mahalo", dice Susie Neilson en Nautilus. Mientras tanto en el alemán, con sus 3o letras, predominan las consonantes, así como las palabras duras y guturales.

Según concluyó el lingüista Ian Maddieson después de analizar más de 600 dialéctos regionales, las lenguas humanas son "moldeadas por las presiones evolutivas y el impacto de las conductas de las criaturas vivas... con el tiempo el vocabulario se adapta al ambiente en el que se habla la lengua". Esto es algo que antes sólo había sido observado entre los pájaros. Así que somos más pájaros de lo que creemos, cuando hablamos.

Esto se explica debido a que los sonidos de alta frecuencia se degradan más rápido cuando existen obstáculos entre el  emisor y el oyente. Las áreas con árboles impiden la transmisión del sonido y el calor y la humedad crean ondas de temperatura que interfieren. Las consonantes, de más alta frecuencia, se degradan más rápido en áreas de calor y densidad de follaje. Las vocales pueden correr mejor entre los árboles y las olas --la vocal surfea-- debido a su mayor longitud de onda. En climas más fríos, a las consonantes les va mejor; en distancias cortas, las altas frecuencias no se degradan.

Así tenemos lo que podría ser un esbozo de una teoría del lenguaje tropical o de por qué el mar nos hace decir ah y el sol aum