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Cuarto de espejos te multiplica ad infinitum mientras te columpias

Por: Luis Alberto Hara - 10/24/2015

“El fénix está más cerca de lo que parece”. Vertiginoso juego de reflejos convierte a una persona en una multitud: todos somos uno

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En un espacio rectangular de 30 metros cuadrados en la galería KUNSTEN de Dinamarca se escondió uno de los lugares más alucinantes posibles: un cuarto tapizado con cientos de espejos y un columpio para sentarse a observarlos.

La instalación del artista berlinés Thilo Frank, ominosamente titulada El fénix está mas cerca de lo que parece, provoca que el que entre se vea a sí mismo multiplicado en las paredes, el techo y el piso de la galería en una rigurosa geometría que expande los horizontes mucho más lejos de lo que alcanza la vista, como si estuviera inmerso en un mundo infinito de repeticiones.

Aunque los juegos especulares no sean cosa nueva, lo que hace a la instalación de Frank distinta de las demás es el columpio individual, suspendido del techo, desde donde uno observa todos sus reflejos. Ello añade a la experiencia un elemento de mareo que aumenta considerablemente las ilusiones ópticas posibles.

La instalación, además de eso, va a acompañada de un texto que resulta también bastante abrumador:

Una vez que el visitante comienza a columpiarse, la desorientación está al efecto máximo: paredes, techo y piso desaparecen en un movimiento espacial centrifugado, que parece jalar al cuerpo dentro y fuera del espacio infinito.

En total, la experiencia es un viaje a una dimensión de desdoblamientos y multiplicidades en donde tú mismo eres una multitud de fantasmas, y los límites del espacio se ven alterados por el movimiento pendular del columpio en el que estás sentado (todo está más cerca de lo que parece). Quizá lo único que no hay que perder de vista es la localización exacta de la puerta.