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Un breve repaso de la vida y obra del escritor inglés Rodney Collin.

Imagen de: http://2.bp.blogspot.com/_evMxsuP9fU/ S4902q4KqLI/AAAAAAAAALY/h9ib4pkLk2A/s1600h/ Rodney+Collin+1948jpg

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Para el hombre, la mujer debe ser aquello que le recuerde de dónde vino. Para la mujer, el hombre debe ser aquello que le recuerde hacia dónde irá en delante.

Rodney Collin, El desarrollo de la luz

1. El niño bien cuidado de Brighton y los viajes por Egipto de Kathleen

Antes de establecerse en Inglaterra, sus padres realizarían largos viajes a través de Oriente, el Cáucaso y Grecia, sobre todo a Egipto y la India. El padre era un comerciante e importador de telas, prendas y arte consumado, y su madre, Kathleen, la hija del dueño de un hotel. Ambos poseían un fuerte interés por la astrología, la espiritualidad y las filosofías herméticas.

Tras su regreso de un largo viaje por Egipto recorriendo el Nilo y siguiendo la pista de una supuesta ruta de iniciación muy antigua que se desenvolvía según el curso del río, se establecen en Brighton. Tal era el sueño del padre desde muchos años atrás: encontrar un lugar tranquilo en el campo inglés para retirarse y pasar sus días leyendo y realizando caminatas con sus perros.

En Egipto habrían establecido contacto con grupos herméticos, estudiosos de la filosofía neoplatónica y las religiones ancestrales de Oriente, particularmente con la sede de la Sociedad Teosófica, en Alejandría. Escucharían hablar de que el Nilo, desde tiempos inmemoriales, fue tomado como un modelo a escala del universo. Sus habitantes lo veneraban y las sociedades esotéricas recorrían su curso, deteniéndose en diversos sitios secretos, a lo largo de sus costas, donde les serían transmitidos diversos conocimientos espirituales, antes de virar a la pirámide de Keops, en donde se realizaría la prueba iniciática final. Aquel viaje dejaría una fuerte impresión en ellos, sobre todo en la joven señora.

Ya en Brighton, Kathleen se une a la Sociedad Teosófica del pueblo y comienza una activa labor estudiando astrología, meditación y ayudando a traducir los clásicos teosóficos a diversas lenguas e incluso al alfabeto Braille, con la finalidad de difundirlos. Aunque no tenía estudios superiores y ni siquiera cursó nunca el equivalente de un bachillerato, Kathleen poseía una asombrosa cultura, dominando diversas lenguas europeas, además del griego clásico y el latín, así como el lenguaje de señas de los sordomudos y el alfabeto de los invidentes. Junto con su marido, reunieron una de las bibliotecas más grandes de la comunidad sobre temas antiguos, psicológicos, históricos y esotéricos.

Sobre todo ella será quien influya en su pequeño y único hijo: Rodney. Desde entonces él se acostumbrará a leer y asimilar textos y libros a un ritmo sorprendente: de 1 por día. El chico acabará en poco tiempo con la colección bibliográfica de sus padres y se volverá un asiduo visitante de la biblioteca pública del pueblo.

Rodney era un muchacho tímido, delgado y meditabundo, de rasgos finos, bien cuidado y educado, siempre cerca de sus padres o en la biblioteca. Leyendo algún volumen mientras Kathleen trabajaba en la máquina de escribir, estudiando música en un viejo piano de la familia o acompañando a su padre en sus caminatas por los senderos boscosos y playas de Brighton, en compañía de sus perros pastores y san bernardos.

Resultará una extraña coincidencia que muchos años después, en la década de los 60, en México, en Tepoztlán, Rodney Collin ayudara a traducir al español y difundir los textos de su maestro, Ouspensky, y del Cuarto Camino, dándolos a conocer en América Latina y los Estados Unidos. Una tarea análoga a la realizada por su madre Kathleen con la obra de la Sociedad Teosófica, cuando él era niño.

Asiste al Instituto de Brighton en donde recibe sus enseñanzas básica y media. Desde entonces también enfrentará serios conflictos vocacionales, padeciendo fuertes dudas, cuestionamientos e inseguridades acerca de qué camino laboral, académico, espiritual o profesional proseguir.

 

2. Viaje a Galicia para aprender español y su encuentro con el Cuarto Camino

El hombre tiene que aprender primero la Verdad. Pero el Bien de la Verdad es antes que la Verdad, pues toda Verdad únicamente puede venir del Bien.

Maurice Nicoll, El nuevo hombre

Rodney Collin finaliza una carrera corta en economía en Londres, la cual nunca ejercerá, y traba contacto con grupos pacifistas y naturalistas, muy populares en Europa por aquellos tiempos previos a la guerra, ayudándolos a redactar periódicos, panfletos y revistas. Aunque no encuentra aún lo que anda buscando. Si algo tenía claro en aquel entonces, por lo menos, era el fuerte deseo de convertirse en escritor y vivir de sus publicaciones. Con ayuda de sus padres realiza un viaje a Galicia, en España, y pasará casi 1 año aprendiendo español y visitando las bibliotecas públicas, fascinado por las iglesias y el arte sacro del país. Todo ello consistirá en una importante preparación para sus futuros viajes e investigaciones en México y Sudamérica.

Gracias a sus conocimientos del idioma de Cervantes, es captado por el Servicio Secreto inglés y ejercerá como traductor e intérprete. La Segunda Guerra Mundial lo sorprenderá colaborando con el gobierno de su país; comienza un agitado período en el que a pesar de todo, no cesará de leer y escribir en su tiempo libre. Conoce a su esposa Jeanette en Londres y contrae matrimonio, compartiendo intereses y objetivos de carácter psicológico con ella. La chica también era una buscadora espiritual, desde muy joven se vinculó con un grupo relacionado con las enseñanzas de Krishnamurti, con el cual tenían contacto directo.

Rodney había publicado ya tres libritos sobre tópicos espirituales, una mezcla entre poesía y lenguaje teosófico, pero se encontraba indeciso entre apostar todo para convertirse en un escritor profesional o proseguir en cambio con su labor para el gobierno como experto en idiomas y traducción.

Encuentra por accidente en uno de sus viajes de trabajo su primer libro relacionado con el Cuarto Camino: se trata de la obra Un nuevo modelo del universo, de Ouspensky, uno de los más densos y difíciles volúmenes del psicólogo ruso. Aunque afirmará años después que a pesar de que en aquella ocasión no entendió nada, la personalidad de Ouspensky se trasluciría en sus letras y obra, consiguiendo cautivarlo y sembrándole el enorme deseo de encontrarse en persona con él.

Asiste a partir de entonces por primera vez a los grupos del Cuarto Camino, sobre todo a los que lideraba Maurice Nicoll en Londres, el cual contaba con numerosos seguidores, pero no consigue identificarse con el doctor Nicoll, quien a su vez habría sido discípulo de Carl Jung primero, y luego de Ouspensky en Inglaterra y de Gurdjieff en Francia. No le agradan del todo aquellas reuniones ni el estilo de monólogos del doctor y decide buscar directamente a su maestro: Piotr Ouspensky.

Gracias a algunas amistades de su madre, logra entrar en contacto con el psicólogo ruso por fin. Junto con Jeannette inician la asistencia a sus conferencias y ejercicios varias veces por semana, Rodney se entrevista personalmente con él y confiesa a su esposa que finalmente encontró “lo que andaba buscando”, según sus propias palabras.

En la introducción de su más conocida obra, El desarrollo de la luz, escrita y publicada por Collin tras la muerte del maestro, Rodney confesará que no habló con Ouspensky en aquella ocasión de temas académicos o teóricos, sino que de inmediato entró en materia emocional, confesándole su deseo más hondo desde la infancia: llegar a ser escritor profesional.

Ouspensky le responderá que primero deberá someterse por años a la disciplina férrea y concienzuda del Cuarto Camino, y posteriormente las palabras y los libros emergerán por sí mismos. El desarrollo de la luz efectivamente, escrito poco después del fallecimiento de Ouspensky, consistirá en un compendio de todos los aprendizajes, tareas, discusiones, viajes y lecturas vividos por Collin en los casi 15 años de trabajo con el psicólogo ruso.

Entre ambos existió una sólida relación no solo intelectual, entre maestro y discípulo, sino también afectiva, de amigos, pues llegarán a estimarse bastante.

En la introducción del mismo libro, Collin describe su prolongada relación con Ouspensky. Por aquellos años el psicólogo ruso se había distanciado ya de su maestro Gurdjieff, prosiguiendo su propio trabajo de manera independiente. Tras la muerte del mago Gurdjieff, Ouspensky se convertiría en el principal representante del Cuarto Camino, aunque ya existían diversos alumnos en Francia, Inglaterra y Alemania, quienes impartían sus propias conferencias y talleres, además de publicar sus textos independientes.

La Segunda Guerra Mundial impedirá el desenvolvimiento de los grupos de Ouspensky en Londres, y este se verá obligado a desplazarse a Nueva York para continuar con las escuelas y grupos fundados por Gurdjieff años atrás. Rodney Collin aprovecha su trabajo en el gobierno para viajar constantemente a América, acompañando a Ouspensky, ayudándolo a reunir grupos y encontrar lugares apropiados para impartir sus enseñanzas. Tras la etapa más cruenta de la guerra, se verán obligados a separarse durante varios años, sobre todo a partir del comienzo de la participación de Estados Unidos en la misma.

Al finalizar el período más duro y sangriento, Ouspensky conseguirá regresar a Londres, pero sus alumnos lo encontrarán muy cambiado. En un momento dado, los instará a abandonar los métodos y las teorías del Cuarto Camino de manera tajante. Muchos de los alumnos y discípulos sufrirán cruentas decepciones, pues dedicaron demasiado tiempo y recursos a estudiarlos. Solo unos pocos, entre ellos Rodney Collin, comprenderán la enseñanza más secreta y profunda de su maestro: el verdadero Cuarto Camino consiste en que cada quien encuentre su sendero individual, en su interior, y se transforme a sí mismo en su maestro y su propia escuela. No se trata, a la larga, de seguir a ningún maestro, sino de descubrir el Cuarto Camino en uno mismo.

Ouspensky fallecería al poco tiempo, víctima de un severo padecimiento renal. Crueles rumores señalaban por aquellos días que el psicólogo tenía una fuerte inclinación por la bebida. Rodney Collin y su mujer estarían con él en sus últimos días, como testigos de una atmósfera que ellos referirán como casi milagrosa,  de transmutación espiritual e inicio de un nuevo camino, más allá de la muerte.

 

3. La melodía de los planetas

Hemos comenzado ya a considerar el plan general de un cosmos y hemos visto cómo --estando erigidos todos los cosmos conforme a un mismo plan general-- cada parte de un cosmos menor refleja y reacciona con la parte correspondiente de otro mayor.

Rodney Collin, El espejo de Mercurio

Antes de morir, Ouspensky encargó una difícil tarea a un grupo de sus más allegados en Europa, entre los cuales se encontraban Rodney Collin y su esposa: escribir un compendio que sintetizara la relación entre todas las ciencias, todas las disciplinas de Occidente y Oriente, y sus equivalencias con los conceptos del Cuarto Camino.

Empero, la mayoría de los discípulos dejados tras su muerte se dedicaron a otras cosas: muchos abandonaron por completo las sendas espirituales. La Segunda Guerra finalizaba, dejando un continente derrumbado al cual era necesario reconstruir. Otros, como Maurice Nicoll, Alfred R. Orage y J. Bennett, emprenderían sus propias escuelas esotéricas, desarrollando un trabajo propio y publicando textos con total independencia de los demás grupos y células del Cuarto Camino.

Jeanne de Salzmann, una de las discípulas predilectas de Gurdjieff, se dedicaría a salvaguardar y difundir las obras completas y las partituras escritas por el mago quedándose, por prescripción de Gurdjieff, como responsable de los derechos de todo su legado. Se decía que el mago le encomendó vivir más de 100 años para proteger y difundir su pensamiento, tanto en sus libros como en su obra musical.

A partir de entonces, sobrevendría una lluvia de publicaciones y fundación de escuelas místicas inspiradas en el Cuarto Camino, o cuando menos en su nombre, inauguradas por personas que incluso jamás tuvieron contacto directo con sus escuelas ni con ninguno de sus autores. Algunas de ellas poco realmente tendrían que ver con sus conceptos reales, mezclando el estudio del eneagrama con el yoga, por ejemplo, o la astrología, el psicoanálisis y las danzas con otras filosofías singulares, incluso vulgarizando hasta cierto punto las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky.

De tal manera que Collin se vio por completo solo tras la muerte de su maestro, enfrentado con la tarea de terminar con el encargo dejado por Ouspensky. Estudió y trabajó a un ritmo tremendo, con la intención de culminarlo, asimilando 1 libro por día y escribiendo hasta 20 horas diarias. En breve tiempo pariría una de las más importantes producciones bibliográficas del Cuarto Camino: El desarrollo de la luz, un modelo del cosmos desde esta escuela, el cual sería una continuación del pensamiento esotérico científico iniciado por Ouspensky desde sus años juveniles.

Collin dejaría muy en claro el papel de los planetas como filtros que condensan y proporcionan a la luz emanada por el Sol su muy particular esencia, perfume y ritmo musical. De manera que cuando dicha luz llega al planeta Tierra, ya se encuentra bastante influenciada y matizada por la energía de cada planeta del Sistema Solar, ejerciendo su poder específico sobre los habitantes de la misma, entre ellos la psicología del hombre.

Rodney Collin desarrolló una fascinante clasificación de las energías, los tipos psicológicos e incluso la anatomía humana y su funcionamiento glandular de acuerdo al trabajo de cada planeta del Sistema Solar:

  1. Mercurio (la activación del organismo, la capacidad de iniciar actividades y emprender nuevos proyectos cada día. Su órgano anatómico humano de influencia directa es la tiroides, propiciando la respiración, echando a andar los pulmones y el resto del sistema respiratorio).
  2. Venus (encargado de la reproducción y el aumento poblacional de cualquier especie, incluso el de grasa y sobrepeso en los organismos. Su órgano correspondiente de influencia anatómica es la paratiroides, así como el resto del tejido conectivo del organismo: nervios periféricos, grasa, tendones, huesos, a los cuales puede ayudar a su aumento de dimensiones y volumen).
  3. Marte (la agresión y violencia, movimiento externo, lucha y fuga. Su órgano de influencia son las glándulas suprarrenales. Responsable de las grandes eras de invasión y guerra en los humanos).
  4. Júpiter (la curación del organismo, el sistema inmunológico, los reflejos involuntarios y la conciencia corporal. Su órgano de influencia es la pituitaria posterior).
  5. Saturno (la inteligencia, la planeación, la resolución de problemas y el pensamiento científico. Su órgano es la corteza cerebral y algunos de los huesos, como el cráneo humano).
  6. Urano (sexualidad, sensualidad y emociones superiores. Su órgano de influencia son las denominadas gónadas o glándulas sexuales: ovarios y testículos).
  7. Neptuno (la espiritualidad y el pensamiento superior. Su órgano es la glándula pineal, mejor conocida desde la Antigüedad como el Tercer Ojo, del cual apenas se conocen muchas de sus funciones y que permanece inactivo, encapsulado en una válvula de grasa, sobre todo en la mayoría de las personas adultas).
  8. el Sol (es el padre de todos los planetas, su órgano de influencia es el timo, ubicado por encima del corazón. Presuntamente el timo actuaría durante la infancia y la adolescencia, contribuyendo al crecimiento físico y emocional de niños y adolescentes, fosilizándose en la edad adulta y resintiéndose su falta de actividad en la ausencia de sentimientos apasionados y de amor a la vida).
  9. la Luna (es hija de la Tierra, su órgano de influencia es el sistema linfático, encargado de la digestión y procesamiento de alimentos, líquidos y sustancias orgánicas).

 

4. Migración a México y transmutación final en la Catedral de Cuzco, en Perú

Tras la muerte de Ouspensky y de la publicación de El desarrollo de la luz, Rodney Collin emigraría a México con su esposa y algunos de sus primeros discípulos. Se dice que un maestro no es realmente maestro sino hasta la muerte de quien lo inició en el conocimiento sagrado.

En Tepoztlán, Morelos, proyectarían la creación de la editorial Sol, iniciando las primeras traducciones al español de los libros de Ouspensky y Gurdjieff, así como de algunos autores destacados como Jiddu Krishnamurti e incluso teosóficos, como Mabell Collins y Alice Bailey.

En Tepoztlán fundarían su escuela espiritual, iniciando un fuerte trabajo espiritual con los primeros alumnos norteamericanos y latinos, desarrollando investigaciones y estudios paralelos en astrología, eneagrama, Tarot, medicina tradicional, a los cuales comienzan a integrarse estudiantes de toda América Latina.

Rodney Collin recorre primero México, realizando estudios de campo en las pirámides y sitios sagrados como Teotihuacán. De ahí partirá hacia Perú y Brasil con los mismos objetivos. Collin estaba convencido de que los diversos centros ceremoniales de la América precolombina fueron diseñados por personajes de gran inteligencia, pertenecientes a la Humanidad Consciente, ya desaparecida, como aquellos que proyectaron las pirámides de Egipto y las catedrales góticas europeas.

Sería en Cuzco, Perú, tras experimentar una fuerte experiencia espiritual en la torre de su catedral, que sufriría un infarto fulminante, desplomándose posteriormente desde el campanario de la misma hasta el fondo de su plaza.

Sus familiares y amigos señalarán que varios días previos había sido presa de fuertes estados de éxtasis emocional, vislumbrando lo que en breve tiempo sería un drástico proceso de transmutación energética y de viaje, más allá de la muerte.

 

Twitter del autor: @adandeabajo