El fotógrafo Nicholas Syracuse retrató los altares y las pinturas de las paredes de la Blackhouse de la Iglesia de Satán, en San Francisco. Esta casa ahora ya desaparecida fue el cuartel general de Anton LaVey, su satánica majestad, el templo desde el que operaba hasta su muerte en 1997. Ahí LaVey realizó diferentes rituales, incluyendo el bautismo satánico de su hija Zeena, y consolidó esta religión que algunos asocian erróneamente con comportamientos criminales y sacrificios humanos. Aunque ciertamente se puede diferir en cuanto a cosmogonía y visión moral de la realidad, la Iglesia Satánica se mantuvo legalmente sin problemas y hoy en día sus nuevas huestes son un ejemplo de tolerancia religiosa.
En las imágenes podemos apreciar las inspiraciones simbólicas para las ceremonias: entre las paredes negras, figuras de demonios y seres teratológicos en negra armonía fusionados con la arquitectura de la casa. Las fotos fueron expuestas en la exhibición Abundatia Cornu Copiae.