*

Investigador es comisionado por la NASA para tratar de entender las implicaciones de un primer contacto (oficial) con vida extraterrestre

Vista Aliens-472447_1024

Históricamente hemos fantaseado, especulado o probablemente documentado un encuentro entre humanos y extraterrestres. Existen cientos de películas, programas televisivos, novelas de ciencia ficción y otros, que narrativizan esta posibilidad, imaginando las posibles implicaciones e interacciones entre un ser humano y uno de otro planeta. Sin embargo, pocas veces nos hemos detenido a reflexionar sobre cuáles serían las consecuencias sociales, políticas, económicas y, sobre todo, científicas de que este encuentro finalmente se concertara (o, para aquellos que aseguran que ya se han registrado varios de ellos, se oficializara). 

Steven Dick, quien recién completó un período en la Baruch S. Blumberg NASA/Library of Congress Chair of Astrobiology, lleva tiempo investigando sobre las potenciales consecuencias de este encuentro en la forma en que entendemos el mundo. Este exastronauta e historiador del Observatorio Naval de Estados Unidos ha publicado varios libros sobre el eventual descubrimiento de vida fuera de la Tierra, y advierte que incluso la confirmación de vida de simples microbios extraterrestres tendría implicaciones mayúsculas para nuestro desarrollo científico.   

Si encontráramos microbios esto tendría una consecuencia en la ciencia, sobre todo en la biología, pues la universalizaría. Sólo tenemos un caso de biología en la Tierra. Toda está relacionada. Toda está basada en el ADN. Si encontramos un ejemplo independiente en Marte o Europa (la Luna), entonces tendríamos la oportunidad de concebir una biología universal.

En cuanto a las repercusiones socioculturales de este probable encuentro, Dick se dedicó a estudiar situaciones históricas en las que un pueblo se encontraba con otro radicalmente distante. Y sobre esto alude a la interacción entre españoles e indígenas en México. Por ejemplo, el encuentro entre Cortés y los aztecas es una muestra de lo mal que las cosas pueden ir en un primer momento. Otras analogías podrían señalarse en los primeros intercambios entre comerciantes de pieles canadienses y nativos americanos a principios del siglo XIX, o los exploradores chinos en sus expediciones del siglo XV, en las cuales se cree que incluso podrían haber tocado África del este. 

Pero más allá de estas analogías históricas hay buenos motivos para creer que el primer contacto con seres de otros planetas no sería fácil y que tendría consecuencias significativas en múltiples planos, muchos de los cuáles quizá ni siquiera somos capaces de imaginar. En todo caso, y para dejar de simplemente especular, Dick ha propuesto una especie de protocolo diplomático previendo tal encuentro, e incluso ha acuñado el término astro-ética:

Está también el asunto que yo llamo astro-ética. ¿Cómo tratas la vida extraterrestre? ¿Qué distinciones haces en tu tratamiento de ella, con rangos que van de los microbios a la inteligencia? Así que incluimos un filósofo en nuestro simposio para que hablara sobre el estatus moral de los organismos no humanos, hablando sobre los animales en la Tierra y cual es su estatus en la relación con nosotros.

Y es que aunque para muchos parecerá descabellado que Dick se aboque a tratar de responder a estas interrogantes, lo cierto es que todo apunta a que pronto podríamos, finalmente y de manera oficial, encontrarnos con vida fuera del planeta, y muy probablemente esa vida manifieste una forma de inteligencia que podría ser completamente distinta a la nuestra. 

[Astrobiology Magazine]