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La Agencia Espacial Europea ha conseguido lo inimaginable: llevar una máquina de exploración a la superficie de un cometa

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Este día es histórico para la exploración astronómica. Este día, la Agencia Espacial Europea consiguió algo que hace no mucho tiempo se hubiera creído imposible: llevar una nave espacial humana teledirgida a la superficie de un cometa. A las 16:12 horas del Tiempo Universal y luego de 10 años de trabajo en la Tierra, el transporte Philae Lander anunció:

El logro es mayúsculo, pues a diferencia de otras misiones, aquí la meta era posar una máquina de exploración sobre los verdaderos peregrinos del cosmos, los meteoritos que sólo de tanto en tanto vuelven a las inmediaciones de nuestro planeta. En el caso del 67P/Churyumov–Gerasimenko, se trata de un cometa que orbita en torno al Sol con una periodicidad de 6.45 años a una velocidad de 51 mil km/hr (o 14.2 km/s).

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Philae Lander separándose de su transporte

 

De ahí, en buena parte, el asombro. Sin embargo, no es lo único. Como bien enlista Carmen Fishwick en The Guardian, las posibilidades de conocimiento que representa este “aterrizaje” son muchas, comenzando por el hecho de que los cometas son en esencia remanentes de la formación del Sistema Solar, por lo cual su estudio puede aportar numerosas pistas sobre el origen tanto de los cuerpos celestes como de la vida en la Tierra. En este sentido, el 67P tiene una edad aproximada de 4.5 mil millones de años, es decir, es contemporáneo de las primeras etapas del Sistema Solar.ross

Por otro lado, recordemos que en años recientes ha cobrado relevancia la teoría de la Panspermia, según la cual la vida comenzó en nuestro planeta gracias a los meteoritos que la impactaron, trayendo consigo los elementos mínimos para el surgimiento de esta; además, claro, de que el mecanismo pudo funcionar en sentido inverso, y quizá hay vida en otros planetas gracias a la que se originó aquí. Los análisis del Philae podrían aportar información respecto de esta hipótesis.

En suma, este es un punto notable en la historia de la investigación del cosmos. Y más allá de los muchos contraste que esto ofrece al respecto de nuestra situación en la Tierra, también puede tomarse como un motivo de admiración hacia los logros que la humanidad puede alcanzar cuando trabaja colectivamente y con un propósito de beneficio compartido.