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“Queremos empezar un nuevo México”: Cómo la desaparición de 43 estudiantes encendió un movimiento que podría hundir al presidente

Sociedad

Por: Duncan Tucker - 11/27/2014

La furia tras la desaparición de 43 estudiantes ha originado un movimiento de protesta enorme, liderado por un cura carismático. El padre Alejandro Solalinde le explica a Duncan Tucker por qué es necesario detener los asesinatos, la extorsión y los secuestros
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Moisés Castillo / AP

Lo que comenzó con unas pocas familias exigiendo conocer el paradero de sus hijos desaparecidos se ha transformado en un movimiento nacional que amenaza con hundir al presidente. 

La nación ha visto ola tras ola de manifestaciones desde la desaparición de 43 estudiantes de una escuela normal de tradición radical cerca de Iguala, al sur del estado de Guerrero, a finales de septiembre. 

El caso ha revelado la corrupción que permea en la mayor parte de México. La procuraduría dice que la policía de Iguala secuestró a los estudiantes y se los entregó a una banda local de narcotraficantes bajo las órdenes del alcalde. El descontento público se ha concentrado principalmente en el presidente Enrique Peña Nieto, cuyo gobierno se tardó en investigar el caso pero admitió hace 2 semanas que lo más probable es que los estudiantes hayan sido masacrados y sus cuerpos quemados y reducidos a cenizas. 

En la ciudad de México, los manifestantes quemaron una efigie del presidente el jueves en la noche, mientras decenas de miles marchaban a lo largo del país exigiendo justicia y la renuncia de Peña Nieto. 

Aunque los partidos de oposición han mantenido un silencio sospechoso acerca del caso, un clérigo ha surgido como el líder inesperado de este movimiento de protesta sin precedente: el cura católico Alejandro Solalinde, de 69 años de edad. 

Tras consultar varias fuentes de confianza después de que desaparecieron los estudiantes, el padre Solalinde fue el primero en anunciar que habían sido asesinados e incinerados –semanas antes de que el gobierno admitiera que ese era el escenario más probable. Desde entonces, él ha sido el disidente más notorio en una nación que de pronto ha encontrado su voz. 

“Este es un momento crucial en México”, dijo el padre Solalinde para The Independent. “La gente quiere el cambio que se les ha negado durante años. Ahora dicen ‘¡Basta!’ Ya no queremos este país. Es un país horrible y corrupto. Queremos comenzar un nuevo México”. 

El detonador fue la desaparición de los estudiantes; el movimiento es una respuesta a una guerra contra las drogas sangrienta, que ha dejado más de 100 mil muertos y más de 22 mil desaparecidos en los últimos 8 años. 

“Hemos experimentado muchos años de violencia. Está en todas partes: tortura, asesinatos, secuestros, extorsión”. Dijo el padre Solalinde. “Creo que la sociedad civil está diciendo: ‘Ahora que nos damos cuenta del tipo de gobierno que tenemos, vamos a comenzar a trabajar para forzar el cambio de abajo hacia arriba’. No queremos anarquía y ciertamente no queremos violencia. Necesitamos una forma de resistencia civil muy estratégica, firme e inteligente”. 

El padre Solalinde ha recibido numerosas amenazas de muerte y esta semana un sitio de internet se hizo pasar por CNN y emitió un reportaje falso de que había sido torturado y asesinado. El cura sospecha que el gobierno está detrás del artículo y dice que los hace directamente responsables de cualquier cosa que le suceda. 

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“No me afectó en absoluto, pero sí analicé por qué salió esta historia”, dijo. Es porque estoy denunciando. Me quieren intimidar, pero nunca me van a asustar”. 

El padre Solalinde también dijo que interpretaba el reportaje como “un mensaje para la gente que me ve como ejemplo, como alguien que no tiene miedo”. Dijo: “Le están diciendo a esta gente que si siguen mi ejemplo también los van a matar”. A pesar de las amenazas, insiste: “No van a poder parar este movimiento nacional. Si tratan de ahogarlo en sangre estarán firmando su sentencia de muerte”. 

Cuando enfrenta el peligro, el padre Solalinde dice que obtiene inspiración de su fe. “Jesús me envió como misionario para realizar la obra de Dios. Él era un joven valiente y analítico que se metió en problemas por luchar por la justicia. Era un hombre atormentado pero siempre superó sus miedos”. 

Si llegara a convertirse en mártir, el padre Solalinde cree que el movimiento para construir un México mejor estaría en buenas manos. “Hay un líder dentro de cada hombre y mujer en México, sólo que muchos todavía no lo descubren”, dijo. “El gobierno no cree en la gente pero cree que al eliminar a sus líderes pueden controlarla. Esto es falso. Pueden eliminar a unos cuantos pero otros más tomarán su lugar”. 

En cuanto al presidente, el padre Solalinde cree que sus días en el cargo están contados. Peña Nieto está actualmente enredado en otro enorme escándalo de corrupción que involucra una mansión de lujo que su esposa le compró a un contratista favorecido por el gobierno. Un contrato lucrativo que la compañía ganó en lo que muchos sospechan que fue un proceso manipulado y que ahora ha sido revocado. La primera dama ha prometido vender la controvertida propiedad, pero el daño a la imagen del presidente ya está hecho. 

“Exigimos que Peña Nieto haga su trabajo o renuncie. Ahora sólo tiene 30% de aceptación en las encuestas. Tiene que renunciar. Ha traicionado a la gente de México”, dijo el padre Solalinde. 

Nacido en el pueblo de Texcoco y criado en la ciudad de México, el padre Solalinde ha pasado los últimos 30 años viviendo en las áreas más pobres del sur del estado de Oaxaca, donde se le conoce sobre todo por defender los derechos de los inmigrantes de América Central. Aunque es muy crítico del Vaticano apoya al Papa Francisco, proviene de la misma tradición socialista latinoamericana que la cabeza actual de la Iglesia católica.

“El Papa Francisco es alguien a quien admiro mucho porque sé que también es un combatiente. Está llevando a cabo una lucha heroica contra los poderes dentro de la Iglesia. Está limpiando la Iglesia del dinero y la corrupción interna”, dijo el padre Solalinde. “El problema es que durante 800 años la Iglesia ha ido detrás del poder y del dinero. (El Papa Francisco) está regresándola al camino del que nunca debió de haber salido: servir a los más humildes y a toda la humanidad”. 

Ese espíritu es el que llevó al padre Solalinde a involucrarse en el movimiento de protesta de México, a pesar de la desaprobación de la Iglesia. 

“Algunos pocos curas y obispos me han apoyado, pero las voces oficiales de la Iglesia católica en México prácticamente me han desconocido”, dijo. Sin embargo, se mantiene firme en la convicción de que “la Iglesia tiene la obligación moral de estar del lado de los pobres y defender la justicia”.

Twitter del autor: @DuncanTucker

Artículo publicado originalmente en The Independent (24-XI-2014). Traducción de Jazmina Barrera (@jaztronomia) autorizada por su autor.