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¿De qué sirven las protestas públicas?

Por: Javier Raya - 11/25/2014

Frente a la amenaza de la represión de Estado, la organización de proyectos civiles en torno al caso Ayotzinapa debe ser un punto central que articule no solamente el descontento, sino las propuestas concretas. Hay que recordarnos continuamente que esto apenas empieza
Imagen: independent.co.uk

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The most important message of a crucifix, was how cruel supposedly sane human beings can be

when under orders from a superior authority.

Kurt Vonnegut

La velocidad de los acontecimientos desencadenados a partir de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa ha llevado al país a una coyuntura histórica, producida en gran parte gracias a la presión social y ciudadana. Como una fila de dominó, las consecuencias son fieles a sus causas: la corrupción normalizada en "rasgo cultural" (según palabras del presidente), se suma a la insatisfactoria respuesta del Estado frente a la violencia desbordada y la primacía de la que dota a su agenda económica sobre la agenda social, son algunos rasgos del presente mexicano, pero también de la imagen de México en el mundo.

Las acciones globales por Ayotzinapa del #20NovMx (que tuvieron un saldo de 31 detenidos en México DF) se llevaron a cabo en 237 ciudades de México y del mundo. Las redes sociales han tenido un papel de suma importancia en la construcción de una participación global en un caso que haríamos mal en clasificar como local. Hashtags como #YaMeCansé, #AccionGlobalAyotzinapa y #TodosSomosAyotzinapa han integrado ¿Quién es, dónde está ese todos solidario con Ayotzinapa? Está en casi todos los países de América Latina y en 43 ciudades de Estados Unidos; en seis ciudades alemanas y una decena de ciudades europeas en España, Francia, Finlandia, Dinamarca, Inglaterra, Suecia; en Asia: acciones en India, Japón y Corea del Sur, y en Oceanía en Nueva Zelanda y varias ciudades de Australia. La lista de firmas para que Ayotzinapa se considere crimen de Estado por la ONU sigue creciendo.

 

2.

El parlamento alemán ha hecho eco de las protestas en México (que han logrado colarse al exterior, a pesar de la percepción "reformista" que Peña Nieto vendió exitosamente durante sus primeros 2 años en el cargo), y aunque no se ha anunciado ningún tipo de relaciones comerciales ni de cooperación en materia de seguridad con México, los diputados se cuestionan sobre la pertinencia de darles entrenamiento militar y armamento a fuerzas del orden involucradas en claras violaciones a los derechos humanos.

La discusión tuvo lugar antes de las protestas del fin de semana pasado, donde el arresto arbitrario de más de 30 personas se desarrolla como una inminente crisis diplomática debido al arresto del chileno Laurence Maxwell Ilabaca, miembro de la comunidad artística y académica del país. Organizaciones independientes como Red43 han ofrecido evaluaciones (tal vez optimistas y tempranas, aunque necesarias) de la repercusión de las protestas públicas en el desarrollo del caso Ayotzinapa:

 

3.

No habíamos vivido --me parece-- una vorágine informativa de este tipo desde que Peña Nieto asumió el cargo y el discurso de criminalización de la protesta logró doblar momentáneamente la organización civil. Si los crímenes de Ayotzinapa tienen antecedentes en la violencia estructural que vivimos, nuestra actual capacidad de organización tiene antecedentes también en el clima electoral de 2012 y en el seguimiento civil de la información. #YaMeCansé lleva más de 2 semanas en los Trending Topic mundiales de Twitter. Tal vez ahora piensen: "Claro, pero los TT no cambian nada". Pero esto no es menor: en la historia de Twitter pocas noticias han acaparado los TT durante un periodo similar. Fuera de eventos deportivos como el Mundial de Futbol, podemos contar la muerte de Michael Jackson en 2009, las filtraciones de Wikileaks en 2010, la Primavera Árabe en 2011 y las protestas de los Indignados y el 15M en España, durante el mismo año.

Es por esto que un titular como el de La Razón del día de hoy ("Perfil de 'anarquistas' es similar al de terroristas") resulta inaceptable como fuente de información, y es muestra de que la colusión entre Estado y crimen organizado también permea el periodismo. Los "líderes de opinión" de este "periódico", como Carlos Alazraki, promueven abiertamente el discurso de odio. Los monopolios informativos son también expresiones de crimen organizado y productores de violencia simbólica, no importa que se constituyan legalmente.

"Es más grave", decía Brecht, "fundar un banco que robarlo".

 

4.

Pero si queremos construir una evaluación objetiva de la realidad actual para evitar el desborde informativo (plagado, como hemos visto, de publicidad oficial disfrazada de periodismo) es necesario involucrarnos en la producción de información y construir una conciencia crítica sólida en torno a la posibilidad real de un poder instituyente devenido de la ciudadanía. En otras palabras, de comenzar a comportarnos como si viviéramos en una democracia las 24 horas del día, no solamente durante las coyunturas.

El desgaste del dispositivo #YoSoy132 para convertirse en órgano de articulación ciudadana consistió precisamente en el excesivo protagonismo de las asambleas, pero también del clima de desinformación e inminente represión por parte del gobierno. Confundimos al 132 con "otro" partido político y nos quedamos esperando a que nos dieran respuestas, guías o algún tipo de dirección. Con el surgimiento de #YaMeCansé como plataforma de articulación ciudadana, se logra trascender el meme de la desafortunada declaración del procurador Murillo Karam, y se transforma la "mera empatía" en luchas concretas, pues la gente ya dejó de esperar a que venga un pastor o caudillo organizador y se ha comenzado a poner de acuerdo como buenamente puede.

Recordemos que el 132 surgió luego de que Peña Nieto asumiera la responsabilidad sobre la brutal represión de Atenco en un acto de campaña en la Universidad Iberoamericana. Paradójicamente, una administración de mentiras comienza con una declaración verdadera.

#YaMeCansé surgió como una apropiación similar de la verdad oficial. Son momentos en que el personaje del político muestra sus verdaderas costuras, su andamiaje imperfecto. Se trata, nuevamente, de apropiarse de un pequeño fragmento de verdad (una inocua oración declarativa del procurador de la República) y transformarla en una especie de bandera: hay cosas concretas de qué ocuparse, como seguir presionando por la liberación de los 33 detenidos del #20NovMx (de los cuales, 11 han sido acusados  de delitos inverosímiles como motín, asociación delictuosa y tentativa de homicidio), así como por el clima de detenciones arbitrarias que comienza a calar en la cotidianidad.

 

5. Concluye, coño

Mientras el gobierno desvía nuevamente la atención informativa sacrificando a la Primera Dama, los padres de los 43 normalistas siguen buscando a sus hijos en Iguala, y han dado con nuevas fosas clandestinas, al menos cuatro. No se quedaron sentados viendo cómo una nueva comisión encabezada por el gobierno se ponía a ver papeles a miles de kilómetros del lugar de donde desaparecieron sus hijos. Pero los padres y "especialistas de las agrupaciones Ciencia Forense Ciudadana y de la Unión de Pueblos y Organizaciones del estado de Guerrero" no pueden exhumar los cuerpos, sean de sus hijos o no. Seguimos viviendo en el país de Antígona (González).

Como todos los padres, ellos prometieron a sus hijos mover cielo, mar y tierra por protegerlos, y eso es exactamente lo que están haciendo al buscarlos debajo de las piedras. Colocan banderas de colores encima de las fosas como flores en tumbas anónimas. Aquí están algunos, no sabemos cuáles, ni cuántos, ni quiénes, pero están. Ningún padre debería enterrar a su hijo, pero dado el caso es su derecho hacerlo. Ese es el reclamo primordial al que se apela en las movilizaciones por Ayotzinapa: el Estado no puede ni siquiera garantizarnos el derecho a celebrar los funerales de nuestros hijos muertos.

Somos producto de generaciones que crecieron durante el priísmo, aunque los más jóvenes de los jóvenes hayan pasado en realidad más tiempo en el siglo XXI que en el XX. Los 43 de Ayotzinapa nacieron a mediados de los 90, al inicio de una histórica transición democrática que no logró integrar en su agenda las demandas sociales, y cuyas catastróficas decisiones permitieron que el crimen organizado dispusiera --junto con el gobierno-- del país hasta estos momentos. El padre y la madre de un hijo muerto nunca dejan de ser un padre y una madre. Nunca se deja de amar a un hijo muerto. Los muertos y los desaparecidos deberían tener derecho, por lo menos, a la memoria.

 

6. En serio, concluye

La ira de Aquiles, con la que da inicio la Ilíada, se vuelve incontenible frente a la pérdida del joven Patroclo, por lo que el héroe ejerce una violencia física y simbólica contra el cadáver de Héctor, príncipe de Troya, vejando su cuerpo e impidiendo los ritos sepulcrales, rompiendo así un pacto respetado incluso por los dioses. Pero en vez de procesar nuestra realidad a través del relato de la violencia, podríamos disponer de un poco más de atención para ese episodio donde Aquiles --mientras las lágrimas de un rey le escurren por las manos-- reconoce que no hay derecho más elemental que permitir que un padre entierre a su hijo. 

Ahora, si me lo permiten, una consigna (?):

Para bien

o para mal

no hay afuera

del Capital.

 

Twitter del autor: @javier_raya