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26 personas se convierten en un solo organismo en este video (NSFW)

Arte

Por: Jimena O. - 11/17/2014

Un coqueteo endosimbiótico con la fusión supraorgánica

 

El juego de "hacer la ola", coordinando movimientos para hacer un dominó humano, revela metafóricamente lo que cada vez es más contundente: somos un superorganismo, una entidad social cuyas fronteras son permeables.

Compuesta para el Teatro Nacional Griego por Dimitris Papaioannou, esta coreografía muestra una fluidez interpenetrante que provoca una sensación de fusión. Para el blogger Michael Garfield recuerda los movimientos flagelados de los microorganismos que se compenetraron para formar un organismo multicelular más complejo a través de la endosimbiosis, un salto evolutivo eones atrás; y, como sugiere la bióloga Lynn Margulis, que la mejor estrategia evolutiva es el trabajo en equipo.

Esa fusión, ese perder la individualidad puede ser aterrador, pero al desnudarse a la muerte individual brota también un impulso erótico de creación. Aunque esta coreografía es apenas una sutil insinuación de esta conexión biológica entre diferentes seres humanos, la forma en la que construimos nuestra realidad y percibimos el mundo es eminentemente social, hasta el punto que quizás no sea del todo disparatado pensar que nosotros también somos organelos en una célula de mayor tamaño, más allá de la epidermis, compartiendo información y energía y reaccionando a los cambios que sufre ese superorganismo que conformamos.