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Cápsulas de excremento congelado podrían ser el gran medicamento del futuro

Salud

Por: Luis Alberto Hara - 10/28/2014

Médicos del Hospital General de Massachusetts experimentaron con materia fecal congelada como tratamiento contra una bacteria especialmente dañina; sorpresivamente, este "medicamento" fue notablemente efectivo contra dicha enfermedad

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En los últimos años la medicina ha reencontrado el interés por la flora intestinal y la enorme variedad de bacterias que la componen. Desde una perspectiva que podría considerarse holística o menos parcelada que de ordinario, el cuerpo humano comienza a entenderse como un “microbioma”, un superorganismo, un ecosistema que conformamos con bacterias virus, levaduras y demás microorganismos.

Por esta tendencia han ganado reputación positiva tratamientos prebióticos que van desde la alimentación hasta acciones más radicales como la ingesta de materia fecal, siempre con el fin de favorecer el desarrollo y preservación de la diversidad microbial de nuestro cuerpo.

Recientemente, un equipo dirigido por Ilan Youngster (del Hospital General de Massachusetts) tomó muestras de materia fecal humana y extrajo las bacterias intestinales saludables, las cuales congelaron en cápsulas para así prolongar su “vida útil”. El siguiente paso fue medicar a 20 pacientes enfermos por la bacteria Clostridium difficile, una bacteria especialmente dañina que provoca malestar estomacal y diarrea y, en Estados Unidos, cobra la vida de más de 14 mil personas anualmente.

Bajo este tratamiento, 14 personas se curaron tan sólo 2 días después de haberlo iniciado, es decir, luego de haber ingerido 30 cápsulas; 4 personas tardaron otro par de días en curarse y, al final, 18 de los 20 voluntarios salieron del régimen sin la enfermedad con que lo iniciaron.

Sin duda esta nueva forma de fortalecer la flora intestinal puede parecer un tanto inquietante (por no mencionar el lado escatológico del asunto) pero sin duda nos recuerda que, muchas veces, el “medicamento” indicado para las enfermedades que pueden aquejarnos se encuentra en nuestro propio cuerpo.