*

A pesar de la rigidez de sus regulaciones urbanas, los países se están convirtiendo en uno de los escenarios más importantes para el street art mundial

Los escandinavos no sólo tienen economías envidiables e importantes programas de apoyo al arte, sino que también tienen edificios con grandes muros. Esto ha hecho de ciudades como Copenhague, Aalborg, Malmö o Helsinki las nuevas capitales del street art mundial, presentando festivales como Galore, We Aart, Artscape, Örebro, Arabia o Roskilde.

Siendo países con políticas de cero tolerancia frente a cualquier forma de arte ilegal, los organizadores de los festivales lo han hecho muy bien para lograr la aprobación de sus ciudades. Ninguna ciudad quiere ser “vandalizada”, pero si los convences de que eso que llevan tatuado sobre sus paredes son piezas de un movimiento artístico global, la perspectiva cambia.

El festival No Limit de Borås, Suecia, incluye a artistas de países como Holanda, Brasil, Francia, Italia, Alemania, Polonia y España, incluyendo nombres como Natalia Rak, ETAM Cru, Peeta, ECB, The London Police, Kobra, Ollio, Ekta, Carolina Falkholt, Issac Cordal y uno de los más famosos stencileros del mundo: Blek le Rat.