*

La empresa valuada en 184 mil millones de dólares nunca había experimentado una caída de las dimensiones del día de hoy en dos aspectos: tiempo y número de usuarios desconectados

Captura de pantalla 2014-08-01 a la(s) 11.00.48Cientos de millones de usuarios de la red social más grande del mundo, Facebook, despertaron el día de hoy, 1 de agosto de 2014, con la noticia de que el sitio estaba simplemente caído. 

En la película The Social Network, sobre la historia de Mark Zuckerberg y Facebook, Jesse Eisenberg, que hace el papel de Zuckerberg, aclara de manera enfática a su socio Eduardo Saverin que “la diferencia entre Facebook y todos los demás es que Facebook nunca se crashea”.

La empresa valuada en 184 mil millones de dólares nunca había experimentado una caída de las dimensiones del día de hoy en dos aspectos: tiempo y número de usuarios desconectados. En 2010 la red social se cayó, pero el número de usuarios en ese entonces era de 600 millones; hoy se calcula que está por arriba de los 1,300 millones. De igual manera, en octubre del año pasado y en junio de este año Facebook se crasheó, pero fue durante periodos breves y en la noche. El día de hoy parece que marcará un antes y un después en la historia de la red, ya que el sitio se cayó en horas pico. Fue evidente que el equipo de Facebook se movilizó para que el problema estuviera resuelto antes de las 11:30am de la ciudad de México (GMT -6). 

En los últimos meses, Facebook ha ido modificado su algoritmo con la intención de incrementar la necesidad del pago de pauta a cambio de visibilidad, incrementando el sentido comercial de la red social. Esto ha tenido como consecuencia un impacto directo en el crecimiento de todos los sitios que buscan incrementar su tráfico mediante el uso de la red social. El número de likes orgánicos (crecimiento natural) o de personas interactuando con los perfiles o fan pages en Facebook ha tendido a caer de manera importante, presionando a las marcas a invertir en pauta. Esto ha hecho que la red social se haya convertido en una pieza más del mundo corporativo cuya única intención es la de obtener recursos e incrementar la riqueza de los accionistas de la empresa. Este cambio no nos hace descartar la posibilidad de que esta caída haya sido el resultado de un ataque premeditado de grupos de “hackers” frente a Facebook y sus políticas comerciales recientes.