Los post-it son sobre todo recordatorios. Un inventó de esos que no pasan tan a menudo, porque son tan sencillos y prácticos que a pocas personas se les ocurren. Incluso con las mil aplicaciones que existen para ayudarnos a recordar cosas, los post-it siguen teniendo un lugar en los escritorios o en el marco de las pantallas de computadora de las oficinas. Por eso el trabajo de Don Kenn es tan persuasivo.
El ilustrador es padre de unos niños gemelos, y en sus tiempos libres les dibuja escenarios fantásticos de monstruos y pesadillas en notas post-it. Aunque parezca perverso, Kenn lo ve como regalarles pequeñas ventanas hacia otros mundos posibles en los que criaturas del inframundo acechan a seres de este mundo. Minirecordatorios de que lo que vemos no es lo único que hay. Recientemente publicó un libro con sus ilustraciones en papelitos amarillos en una edición bastante fina.