Un caso ligeramente patológico se registró en la morgue de Ohio. Un empleado estatal encargado del turno nocturno entre 1976 y 1992 admitió haber fornicado con más de 100 cuerpos, la mayoría de las veces después de haber tomado unas copas o consumido diversas drogas. "Simplemente me subía a ellos y me bajaba los pantalones", es como Kenneth Douglas sintetiza su maratón necrofílico.
Aparentemente, Douglas aprovechaba a las visitantes que esperaban autopsia para saciar sus impulsos. En 2012, varias familias de los occisos demandaron a la morgue del condado luego de que restos del ADN de Douglas fueron hallados en los cuerpos. Uno de los testimonios clave para confirmar los crímenes de Douglas fue el de su esposa, quien reportó que con frecuencia él regresaba del trabajo oliendo a sexo y alcohol...