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El fotógrafo Daniel Zvereff desarrolla un interesante proyecto en el Ártico

Inspirado por las fotos en infrarrojo de Richard Mosse, quien logró hacer un cuento de hadas de las pesadillas más profundas del Congo, el fotógrafo neoyorkino Daniel Zvereff se aseguró de recolectar los últimos rollos existentes de Aerochrome en formato de 120 --que fue descontinuado después de la Guerra Fría--, para capturar el Ártico como nunca antes se ha visto.  

El problema de su locación es que el infrarrojo sólo produce sus fucsias, rosas y violetas a partir de la clorofila de las plantas, y en el Ártico no hay vegetación más que en el verano. Para continuar su proyecto tendrá que esperar al siguiente verano, y esa será su última oportunidad de utilizar estos rollos, ya que están a punto de expirar por completo. Pero las razones detrás de haber escogido el Ártico son más que relevantes: “El Ártico será esencialmente la nueva frontera para la minería de recursos naturales, y con el clima calentándose, es seguro decir que pronto se transformará por completo para siempre. Me pareció apropiado fotografiar su increíble belleza natural usando un filme que ya no está en existencia”.

Así, tanto el Aerochrome como el Ártico están en el catálogo de lo que va a desaparecer mucho antes de lo que pensamos. La belleza de sus fotos es testimonio de ambos.