Las calles de Lima --capital de Perú--, al igual que en muchas metrópolis latinoamericanas, son un crisol en donde la modernidad se conjunta con el pasado y la sabiduría ancestral sigue poblando sus rincones. Sin embargo, en Lima la magia es cosa seria, y el gobierno incluso ha propuesto equiparar legalmente a los curanderos con médicos.
Y es que el trabajo de los chamanes, brujos y curanderos abarca dominios que van más allá que el de la curación física, obrando acerca del trabajo, los negocios, los viajes y el amor.
Andrea Frazzetta ha hecho una increíble serie sobre ellos titulada Urban Shamans, en donde muestra el misticismo asociado a las prácticas mágicas con algunas imágenes que apelan a la superstición y creencias de los adeptos. En su sitio oficial, Frazzetta afirma que estos chamanes son herederos de una tradición ancestral "y un conocimiento popular pasado de padres a hijos durante décadas".