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Según un estudio, las ratas también se arrepienten de una mala decisión

Por: Jimena O. - 06/12/2014

Los seres humanos no son los únicos animales capaces de sentir emociones complejas; este experimento sugiere que las ratas pueden sentirse arrepentidas

ratsAlgunas emociones podrían parecernos exclusivamente humanas, a pesar de que sabemos que existen animales calificados como "de inteligencia superior”. En años recientes algunos primates (chimpancés y gorilas, sobre todo), los delfines, los perros, los elefantes y otros animales han protagonizado estudios cuyos resultados sugieren la existencia de pensamientos complejos asociados con emociones como el duelo o el amor.

Ahora, sin embargo, parece que existe otro animal que también es capaz de una de estas emociones complejas: el arrepentimiento. En cierta forma, arrepentirse implica muchos procesos cognitivos nada sencillos: reconocer las ventajas y desventajas de al menos dos situaciones, compararlas, elegir y una y después darse cuenta de que esa no fue la mejor decisión. ¿Y quiénes, además de los seres humanos, pueden hacer eso? Tal parece que las ratas. De acuerdo con David Redish, profesor de la Universidad de Minnesota, estos animales de tan mala reputación entre nosotros pueden recorrer ese camino cognitivo.

Redish planteó un experimento en el que se ofrecía alimento a un grupo de ratas, en dos formas distintas: uno tenía más sabor, pero había que esperar más tiempo para obtenerlo; el otro era más insípido, pero se ofrecía casi al instante. En cierta forma, era como esperar para entrar a un restaurante que, sabemos, es muy rico pero también muy popular, o preferir no esperar tanto y cruzar la calle a otro lugar quizá menos delicioso pero en donde entraremos al momento.

Lo interesante de este experimento es que, si bien las ratas optaban por el alimento con menos sabor, en casi todos los casos se arrepintieron y prefirieron “formarse” en el dispensador de la comida más rica aunque tuvieran que esperar más tiempo.

“Arrepentirse es reconocer que cometiste un error, que si hiciste algo, pudiste haberlo hecho mejor. La parte difícil fue que tuvimos que separar la decepcion que surge cuando las cosas no son como esperabas. La clave fue dejar que las ratas eligieran”, declaró al respecto Redish.

Finalmente cabe resaltar que, tanto en los seres humanos como en las ratas, la zona del cerebro relacionada directamente con el arrepentimiento es la misma, el córtex orbitofrontal. La diferencia, en todo caso, sería que en las ratas esta parte procesa el acto, no el objeto, es decir, aquello que dejó de hacerse en vez de aquello que no se obtuvo.