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Schlimazeltov!, la suerte y el destino en una sociedad laica (VIDEO)

Por: Javier Raya - 05/02/2014

Tomamos decenas de decisiones minúsculas cada día para las cuales no necesitamos o no tenemos tiempo de evaluar correctamente. Entregarnos al riesgo, en cierto sentido, es confiar en que tendremos suerte incluso en situaciones de total incertidumbre.

Schlimazeltov! from THE LIGHT SURGEONS on Vimeo.

En medio de la incertidumbre, la suerte es una creencia presente en cualquier sociedad humana. Definir la suerte es difícil, pero los elementos que la componen son semejantes en cualquiera de sus definiciones: una medida de azar, de voluntad, de conveniencia.

La suerte es uno de los acuerdos secretos que el tiempo tiene consigo mismo, como si el tiempo supiera lo que hace y todo fuera parte de un gran plan.

Como las religiones, la suerte es la azafata que nos tranquiliza en medio de las turbulencias, una reserva íntima de esperanza, como una licorera para casos desesperados de la cual beber un trago de vez en cuando. Deseamos suerte a los demás cuando emprenden un proyecto, y esperamos que la suerte esté de nuestro lado si ignoramos cómo salir de una situación en que nos hemos metido.

La suerte es también como la hermana menor de la voluntad.

La vulgarización de la magia ha extendido la idea de que todo gitano es charlatán: como mecánicos del devenir, sería tarea de magos y brujas el incidir en  la rueda del tiempo y hacer que marchara a nuestro ritmo. Pero para las tradiciones de las que la alta magia se alimenta, la magia y la suerte están relacionadas en el sentido de un ceremonial del flujo, una entrega o ascesis a ese flujo de tiempo.

El breve documental Schlimazeltov! explora estas y otras acepciones de la idea de "suerte" y "destino" para la cábala, además de aportar numerosos ejemplos de cómo la suerte juega un rol primordial en la toma de elecciones en la vida cotidiana; y cómo, además de dejarnos sugestionar por ella, comprobamos sus impresionantes consecuencias en la vida de ciertas personas, a las que la suerte favorece o arruina en cuestión de instantes. Entregarse al flujo de las transformaciones: agradecer la incertidumbre. 

Twitter del autor: @javier_raya