*

¿Recuerdas los ochentas? ¿Te gustaría vivir alejado de tu computadora y tu teléfono celular? Esta pareja de Ontario decidió vivir un año como si fuera 1986, el año en que nacieron.

ntzkcfbb6xfwnt1hmgaw

Blair McMillan y Morgan Patey están cerca de cumplir treinta años. Hace un año tomaron una decisión: cerrar sus cuentas de Facebook, tirar a la basura sus teléfonos celulares, deshacerse de la comida congelada, desempolvar sus cassettes y VHS, y pretender que vivían en 1986, el año en que nacieron.  

Junto con sus dos niños (de 3 y 5 años), decidieron asumir el papel de viajeros en el tiempo por un año, bajo la idea de que si les gustaba la experiencia seguirían manteniendo este estilo de vida indefinidamente. Al final parece que todo representó más problemas que satisfacciones, es complicado vivir alienados del resto del mundo.

Mientras más tiempo pasaban en 1986, más parecían alejarse de los demás. Pasar un año aislado del mundo cuesta, alejarse de la costa del presente hace que se pierdan las referencias que te conectan con el mundo. Parece casi imposible comunicarse hoy en día con la tecnología de los ochentas, ya nadie contesta el teléfono en sus casas, si es que tienen. Vivir en 1986 sólo funciona si la gente que te importa vive también en 1986. Nadie quiere al extraño del pasado, al que en realidad esperan es al tipo cool que trae noticias del futuro.

1986 2

Sin embargo lo lograron, querían sentirse más conectados como familia, vivir más el instante presente, escucharse, no leerse en mensajes de texto. Fue una experiencia agridulce, frustrante pero muy divertida. Para Blair y Morgan valió la pena, pero sienten que ha llegado el momento de regresar al futuro.

Es más fácil decirlo que hacerlo, pero la lección ha sido aprendida. Como señalaron en entrevista para CBC, la clave se ha vuelto la moderación, saber para qué quieres usar las cosas, antes de que las cosas te usen. Debe poder existir un punto medio entre volverse Amish y ser un Otaku.