*

“Cuando nuestros genes no pudieron almacenar toda la información necesaria para la supervivencia, inventamos lentamente los cerebros. Pero luego llegó el momento, hace quizás diez mil años, en el que necesitamos saber más de lo que podía contener adecuadamente un cerebro. De este modo aprendimos a acumular enormes cantidades de información fuera de nuestros cuerpos. Según creemos somos la única especie del planeta que ha inventado una memoria comunal que no está almacenada ni en nuestros genes ni en nuestros cerebros. El almacén de esta memoria se llama biblioteca”, decía Carl Sagan.  

Las grandes bibliotecas del mundo contienen millones de volúmenes de información que equivale, de acuerdo a Sagan, a diez mil veces más información de la que nuestros genes, y unas diez veces más que la de nuestro cerebro. Baste decir esto para introducir a las bibliotecas más innovadoras de nuestros tiempos, que fungen ahora como las casas de la memoria universal.