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Lo opuesto al paraíso: visita Oimiakón, el lugar más frío del planeta (FOTOS)

Por: Jimena O. - 03/08/2014

Bajo un pálido sol de primavera, un puñado de personas cubiertas en piel de reno cavan durante horas en el hielo para lograr colocar en el hueco poco profundo un ataúd. Hace -52°C, temperatura suficiente para congelar un cuerpo desnudo en apenas un minuto. Esto podría estar ocurriendo ahora: mientras el mundo mira con pasmo o entusiasmo la aparición de un nuevo teléfono celular o la final de una copa de futbol, los habitantes del círculo polar de la región de Oimiakón, en la zona este de Siberia, trabajan durante horas, a veces días, para enterrar a sus muertos.

¿Por qué sus poco más de 500 residentes no deciden vivir en otro lugar? ¿Cuál es el atractivo de vivir en el lugar más frío de la Tierra, con temperaturas récord de -96°C, donde las actividades se reducen a comer carne de ciervo o caballo y los días fluctúan entre tres horas de luz en invierno y 21 horas en verano?

Nadie lo sabe, siempre han vivido ahí. En 63°15′N 143°9′E / 63.250, 143.150.

El cultivo de cualquier planta comestible es imposible. Los autos dejan de funcionar al poco tiempo, los aparatos electrónicos se congelan, las baterías se agotan por el puro esfuerzo de mantenerse encendidas.

Para Stalin, el dictador ruso, éste era un lugar demasiado crudo incluso para pensar en abrir una prisión.

Oimiakón está conectado con el mundo sólo por los turistas que atraviesan el círculo polar para sentir las temperaturas congelantes debajo de gruesos abrigos de invierno, siempre insuficientes. Van de cacería a los bosques de hielo perenne, pescan en el hielo, visitan alguna de las fuentes termales que son como una paradoja dentro de un infierno de hielo, o lo opuesto al paraíso. Si el infierno en lugar de flamas tuviera hielo, probablemente se vería como Oimiakón, el lugar que un puñado de familias siguen llamando hogar.