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En una plática con The New Yorker, Dawkins explica el curso de un experimento que propone que nunca hubo un primer ser humano en la Tierra, porque todas las personas que han existido han pertenecido a la misma especie que sus padres: "Un Homo erectus nunca dio a luz a un Homo sapiens", apunta.

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En el 2011, justo antes de publicar su libro The Magic of Reality, Ricard Dawkins apareció en el Festival de The New Yorker  y le platicó al público acerca del fascinante experimento intelectual que contiene su obra. El experimento invita al lector a imaginar que pone sobre la mesa una fotografía de sí mismo. Luego, sobre ésta, pone una fotografía de su padre y luego del padre de su padre y luego del padre de su padre y así sucesivamente hasta apilar 185 millones de generaciones. Si colocas la colección de fotografías horizontalmente y vas revisando este anaquel casi infinito, y sacando de vez en cuando una fotografía, verás un arcaico Homo sapiens, luego más allá un Homo erectus (el cual sería nuestro ancestro de hace aproximadamente un millón y medio de años). “Lo interesante”, apunta Dawkins, “es ¿quién fue la primera persona?”

La paradójica respuesta que propone el científico es que “nunca hubo una primera persona” porque cada animal y cada persona que ha nacido pertenece a la misma especie que sus padres. “Puedes ir hacia atrás lo más que quieras. Yo propongo ir 185 millones de generaciones atrás; te darás cuenta de que tu ancestro de 185 millones de generaciones fue un pez”.  

Lo que Dawkins ilustra en su experimento es que, si todas las personas y animales que existen pertenecen a la misma especie que sus padres y que sus hijos, entonces no puede haber un primer hombre porque el proceso de evolución es increíblemente gradual e increíblemente lento. Nunca va a haber un momento en el que veamos el cambio de Homo erectus a Homo sapiens, al igual que nunca podremos pensar “ayer fui un niño, hoy soy un adulto”. El cambio es imperceptible.

“No sucede así”, comenta Dawkins. “Nuestros ancestros están muertos y por lo tanto las especies están divididas y no pueden interreproducirse. Pero si todos nuestros ancestros estuvieran vivos, entonces habría un continuum completo entre cada criatura del mundo, remontándose al mismo ancestro común y luego de regreso. Si vas hacia atrás, verás que nunca hubo una madre Homo erectus que diera a luz a un bebé Homo sapiens”.

Aquí el video de la plática (en inglés):