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Serie fotográfica retrata el elocuente contraste entre la vastedad de la naturaleza y la fragilidad de nuestra civilización

Por: Jimena O. - 07/29/2013

El contraste es, casi desde siempre, uno de los recursos artísticos más efectivos, uno que a pesar de su antigüedad y recurrencia todavía genera sin muchas dificultades el asombro, la sorpresa, la conmoción que, para algunos, son las reacciones más elementales de una pieza artística, la posibilidad de mostrar un fragmento de realidad de manera tal que nos parezca inédito, improbable incluso.

En este juego en el que los opuestos se confrontan, el fotógrafo italiano Manuel Cosentino se sirvió de la sencilla oposición entre una pequeña casa la vastedad de los cielos que usualmente se observan en el campo, para crear estos retratos que de algún modo tienden al infinito al mismo tiempo que permanecen inevitablemente atados a lo terreno.

“Detrás de una pequeña casa” es el nombre de la serie, con el cual parece sugerirse toda esa dimensión inconmensurable que se manifiesta franca, a veces apabullantemente, al otro lado e nuestras endebles construcciones civilizatorias.

[My Modern Met]