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Un poco de paranoia unida a una estrategia de comercialización intrusiva hace sospechar que el data mining será la nueva regla para acceder a contenido de entretenimiento.

JayZPres600

La invasiva estrategia de comercialización del nuevo álbum del rapero Jay-Z, Magna Carta... Holy Grail, podría parecer una simple estrategia de ventas, pero con la creciente preocupación por la privacidad y la seguridad web a causa de la presencia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) recabando información personal de usuarios en redes sociales, la estrategia parece llegar en mal momento.

Samsung compró un millón de descargas del álbum, a $5 USD cada una, para regalarlas el 4 de julio pasado, pocos días antes del lanzamiento oficial del disco. A través de una app para móviles de Samsung, la compañía demandaba permisos de todo tipo para acceder al contenido descargable, tales como logs en Facebook y Twitter, además de acceso franco a las direcciones de e-mail almacenadas en el teléfono y a toda red social asociada con el teléfono.

Cuando el usuario se loguea en las mencionadas redes sociales, la app solicita permisos para postear a nombre del usuario, prometiendo descargar las letras de las canciones si el usuario accedía a postear un pequeño mensaje en sus cuentas sociales. Por ejemplo, en el caso de Twitter, para revelar la letra de una sola canción los usuarios debían permitir un tuit similar a “I just unlocked a new lyric ‘Crown’ in the JAY Z Magna Carta app. See them first. http://smsng.us/MCHG2 #MagnaCarta" ("Acabo de desbloquear una nueva letra, 'Crown', en la app de JAY Z Magna Carta. Mírala primero...).

Aunque los mensajes podían ser alterados, algo necesariamente debía ser posteado para acceder a la letra de la canción --esto es, un post en redes sociales por cada letra que quisieras desbloquear. Esto nos hace ver con nostalgia los tiempos en que las letras de las canciones aparecían sencillamente impresas en los booklets del CD, en lugar de forzarte a espamear a tus contactos con publicidad intrusiva y engañosa.

Voceros de Samsung han dicho que el objetivo es simplemente compartir en redes sociales el fanatismo por el famoso rapero, pero los más suspicaces han visto en esta estrategia una forma hipócrita de data mining, especialmente luego de que el cantante rapeara, en su canción "Nickels and Dimes", 'The greatest form of giving is anonymous to anonymous" (La mejor forma de regalar es de anónimo a anónimo). Pero ciertamente Samsung, gracias al cantante, sabe que sus fans no son anónimos --y de hecho es preocupante el nivel de información privada al que les permiten acceder a través de sus smartphones.

[NY Times]