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Documentos filtrados por Edward Snowden revelan la existencia de una red de espionaje con la que el gobierno de Estados Unidos ha monitoreado la actividad diplomática de países de América, Europa y Asia.

Dropmire document image.

En una nueva filtración en torno al escándalo de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos y su sistema de hipervigilancia por Internet, documentos obtenidos por Edward Snowden revelan que el gobierno estadounidense posee una amplia red de espionaje diplomático que cubre embajadas en países de América, Europa y Asia.

Según dio a conocer el periódico inglés The Guardian, uno solo de los documentos enlista 38 embajadas y misiones, caracterizándolas como “objetivos”, además de que da detalle de los mecanismos de espionaje utilizados, de dispositivos y software (bugs) para interceptar comunicaciones en dispositivos electrónicos a cables de recolección de transmisiones con antenas especializadas.

Una de las cosas más sorpresivas es que, a diferencia de otras filtraciones, en las que los objetivos de espionaje son países tradicionalmente enemistados con Estados Unidos (por ejemplo, los de Medio Oriente), al parecer en años recientes también se han intervenido las comunicaciones y operaciones de las embajadas de países como Francia, Italia, Grecia, Japón, México, Corea del Sur, India y Turquía. Un documento de 2007 menciona la instalación de Dropmire, un bug “implantado en el Cryptofax de la embajada de la Unión Europea en DC [Distrito de Columbia]”, un aparato de fax ecriptado que servía entonces para enviar cables del personal diplomático europeo en Estados Unidos a sus respectivos gobiernos.

Asimismo, esta serie de operaciones se enfocaron en ciertos momentos a organismos supranacionales como la OTAN y la ONU y las delegaciones que países como Francia y Grecia enviaron a estos.

En cierta forma estas revelaciones se complementan con las realizadas por Julian Assange y Wikileaks, cuando entonces se dieron a conocer cables diplomáticos en los que miembros del servicio exterior estadounidense expresaban sus impresiones y recomendaciones a su gobierno con respecto a la situación que vivían en los países donde se encontraban destacados. Ambas hacen ver que el gobierno de la Unión Americana no conoce aliados ni enemigos sino, parafraseando un conocido motto de la diplomacia, solo intereses.

[Guardian]