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Las Hermanas Brown: proyecto fotográfico toma un retrato a cuatro hermanas durante 35 años

Por: Luis Alberto Hara - 06/22/2013

Probablemente pocos motivos de angustia existencial tan constantes en nuestra historia como el paso del tiempo, ese fenómeno que confunde las categorías del pensamiento, que es al mismo tiempo objetivo y subjetivo, real y metafórico, consciente e inconsciente. Un laberinto cognitivo que hasta la fecha no posee una salida convincente y ante el cual nuestra capacidad intelectual no tiene otro recurso más que la rendición, la entrega absoluta a la incomprensible.

En un elocuente y emotivo ejercicio fotográfico a propósito de este asunto, Nicholas Nixon siguió a cuatro hermanas durante 35 años, tomándoles un retrato anual para que una vez reunidos, evidenciaran eso que se muestra de golpe solo cuando una pausa en el juicio y la conciencia se ocupa expresamente para reflexionar sobre el curso de la existencia (como en el concepto de la durée de Husserl y Bergson).

“Las Hermanas Brown” es el nombre de esta serie que va de 1975 a 2010. Un trabajo que inevitablemente recuerda, entre varias otras cosas, el célebre fragmento de Borges:

And yet, and yet... Negar la sucesión temporal, negar el yo, negar el universo astronómico, son desesperaciones aparentes y consuelos secretos. Nuestro destino (a diferencia del infierno de Swedenborg y del infierno de la mitología tibetana) no es espantoso por irreal; es espantoso porque es irreversible y de hierro. El tiempo es la sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río; es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre; es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego. El 'mundo, desgraciadamente, es real; yo, desgraciada­mente, soy Borges.

"Nueva refutación del tiempo"  (Otras inquisiciones, 1952)

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[Mamá Natural]