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Una encuesta sobre el estrés, considerado por muchos como la enfermedad del siglo, revela cuáles son las principales inquietudes de los mexicanos.

estrés foto de sdp noticias

El siglo pasado un médico danés, Hans Seyle, adaptó al mundo de la salud un concepto propio de la física. Definió el estrés como la respuesta inespecífica ante cualquier demanda a la cual era sometido un organismo, definición que eventualmente evolucionaría a “el grado y tipo de presión que recae sobre nosotros ante alguna situación”.

Recientemente Consulta Mitofsky realizó una encuesta telefónica en México, acerca de la percepción de los ciudadanos sobre el estrés. Entre las conclusiones más importantes que resultaron de este estudio, se determinó que para la mayoría de los encuestados, el 54.5%, el problema semanal más recurrente tiene que ver con dificultades económicas – sin embargo el principal factor de estrés es la inseguridad.

Ante la pregunta ¿qué es el estrés?, la respuesta más popular lo relacionó con un efecto físico, como cansancio muscular y mental, y en segundo lugar se le definió como un tipo de presión.

Curiosamente la mayoría de los mexicanos encuestados declaró que no se auto perciben como personas muy estresadas. Frente a la pregunta: ¿Usted considera que vive con mucho, poco o nada de estrés? la mayoría de los participantes se ubicaron en el rango de poco, con 75.8%.

 Otros datos interesantes:

Las mujeres, los casados y los mayores de 30 años son los más estresados.

A los hombres lo que les genera más estrés es el exceso de tráfico vehicular, mientras que a las mujeres son los problemas económicos.

El 55% dice tener dificultades económicas, y un 33% menciona tener depresión o cansancio excesivo.

Para las sociedades más desarrolladas la realidad mexicana percibida en los medios de comunicación-inseguridad, pobreza etc., bastaría para pensar que vivimos en una constante tensión. Sorprende, aunque sea en un estudio limitado, que los mexicanos en general no consideren llevar una vida presionada, de hecho según otro estudio de la misma OCDE, estamos entre las sociedades más felices y satisfechas. ¿Se trata de una especie de optimismo cultural? ¿En realidad es que nuestra opinión siempre lleva una doble moral para convencernos de que somos felices y evitar una confrontación hasta con nosotros mismos? ¿O simplemente sabemos que el desapego es la mejor forma de vivir? Sin duda estos estudios invitan a la reflexión sobre el misterio caracteriza nuestra propia idiosincrasia.

Twitter del autor: @anapauladelatd