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Los condones son el mal necesario de nuestros días, pero el modelo tradicional pronto no será la única opción. Origami es un condón de silicona que no necesita desenrollarse y está pensado para ajustarse a prácticas sexuales específicas.

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En la lucha para reducir las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados, el condón es parte de la cultura en que muchos hemos crecido. Pero a pesar de las increíbles innovaciones tecnológicas de nuestro tiempo, los condones de látex no han cambiado radicalmente durante los últimos 100 años. Este "mal necesario" podría estar a punto de experimentar una segunda generación, acorde a nuestros tiempos y a nuestras prácticas culturales (y obviamente sexuales).

Daniel Resnic ha inventado un condón que no necesita desenrollarse y está hecho de silicona. El nombre de este invento es Origami, en referencia a los dobleces o estrías que tiene el condón a lo largo de la superficie, y que según sus creadores permite tener una experiencia más cercana al sexo sin preservativos de barrera.

Según su página, "a diferencia de los condones tradicionales de látex (transferencia indirecta de sensación), el Origami está diseñado para CREAR sensación internamente con contacto táctil directo. Ofrece un movimiento recíproco del pene al interior del condón, lubricado por dentro (algo imposible con condones enrollados.)"

 Pero este nuevo tipo de condón también busca reflejar e identificar prácticas sexuales específicas. Además del modelo para penetración heterosexual, la compañía ofrecerá un condón femenino y el primer condón del mundo diseñado específicamente para penetración anal.

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La investigación en materia de preservativos ha llevado al magnate Bill Gates a ofrecer un financiamiento de $100 mil dólares a una idea que pudiera hacer que los preservativos se sintieran menos como plástico y no supusieran la elección de seguridad sobre placer. El mercado actual ofrece modelos extrañísimos, como con sabor a tocino, pero el paradigma de su formato enrollable no había cambiado hasta ahora.

Los Origami ofrecerán la misma protección que los condones tradicionales, y supuestamente se rompen menos y no se resbalan durante la penetración. Usarlos es mucho más sencillo, lo que evitará escenas de colocarse el condón como si se estuviera leyendo el instructivo de una bomba atómica. Sabremos si los Origami serán la nueva revolución en preservativos si pasan algunas pruebas de calidad y se autoriza finalmente su comercialización. La compañía espera entrar al mercado a principios del 2015.

[Ladyish]