*

Cuando los hombres dicen no: razones por las que ellos no quieren sexo

Por: Luis Alberto Hara - 03/11/2013

La ajetreada vida moderna o falta de comunicación podrían cambiar el paradigma de los intercambios sexuales, elevando los niveles de insatisfacción femenina.

nosex

Los mass media y Hollywood nos han aleccionado en los roles tradicionales: el hombre busca sexo y la mujer lo administra según las reglas ocultas de su inextricable deseo. Los clichés dictan que en las relaciones heterosexuales el género masculino es una creatura perpetuamente hambrienta de sexo (al menos en sus años de mayor actividad), mientras la mujer suele ser quien antepone pretextos relacionados con “el mood”, jaquecas, cansancio o menstruación para no tener sexo. Pero según algunas fuentes femeninas la tendencia podría estarse revirtiendo. 

Bajo el pseudónimo de Siobahn Rosen, una bloguera activa la alerta sexual al denunciar que es un fenómeno cada vez más extendido que los hombres no cumplan las expectativas sexuales de sus parejas femeninas con respecto al sexo. La velocidad de la vida moderna, la necesidad de levantarse temprano para internarse en el calvario del transporte público o el tráfico vehicular, o incluso los tabúes y mitos aún predominantes respecto a la funcionalidad sexual de los varones abren cada vez más la brecha entre las parejas durante las horas nocturnas.

“No es una visita al dentista, es sexo”, dice una indignada Rosen. Y tiene razón: en ocasiones la negativa a tener relaciones sexuales con nuestras parejas (sean cuales sean nuestras preferencias sexuales) obedece a razones válidas de orden físico, emocional o laboral; sin embargo, debemos considerar que al estar en una relación accedemos a un conjunto de acuerdos que implican considerar —y satisfacer, en la medida de lo posible y en ocasiones de lo imposible— las necesidades de nuestra pareja. Además, las ventajas son para ambos.

Pero, ¿cuánto sexo es suficiente? Según Rosen, en una pequeña encuesta con su grupo de amigas en la misma situación (de insatisfacción), los problemas se presentan cuando las relaciones sexuales con sus parejas masculinas se presentan menos de una vez a la semana. Y es que según ella los hombres no consideran la perspectiva de amplio espectro: “¿Acostarse cuatro o cinco veces a la semana? Eso estaría bien.” El punto es: “Trata de decir ‘sí’ más a menudo.”

No desear tener relaciones sexuales no vuelve a un hombre impotente, ni a una mujer frígida: son decisiones contingentes que los seres humanos tomamos subjetivamente con respecto a nuestro cuerpo y en la negociación con el cuerpo del otro. Sin embargo, hombres y mujeres debemos considerar a nuestras parejas la próxima vez que tal-vez-no-se-nos-antoje-tanto, y que un poco de esfuerzo invertido en el placer del otro podría producir la misma consideración para nosotros en el futuro.

 

[GQ]