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En Estados Unidos y Canadá han creado un programa de cómputo capaz de reconstruir lenguas muertas a partir de teorías de evolución lingüística.

Tal vez dentro de poco tiempo podremos vivir sin los lingüistas y filólogos dedicados al estudio de la evolución de las lenguas, ya que serán reemplazados por un programa de cómputo creado por un equipo de investigación de Canadá y Estados Unidos, dirigido por Alexandre Bouchard Couté de British Columbia University, para reconstruir protolenguas a partir de lenguas contemporáneas.

Este sistema funciona tomando teorías y reglas de la evolución lingüística. A partir de éstas se establecen reconstrucciones de las lenguas raíces que son antecesores comunes de las actuales.

Para probar este sistema se ingresaron datos de 637 lenguas austronesias. Los resultados arrojados por el programa fueron comparados con los resultados del trabajo manual de un lingüista. El estudio reporta que más del 85% de las respuestas coincidieron con la reconstrucción hecha por el lingüista.

Este sistema involucra modelamiento probabilístico en combinación con algoritmos y toma en cuenta sólo algunos de los factores de evolución lingüística que serían considerados por un lingüista, por lo que se cree que la precisión del programa puede aumentar mucho más.

El equipo de investigación utilizó el programa para comprobar la hipótesis propuesta por Andre Martinet en 1955, acerca de que los fonemas parecidos se asimilarán, siempre y cuando ésto no represente una merma semántica.

Si bien, la reconstrucción de la evolución lingüística hecha por un lingüista o por un filólogo todavía es mucho más precisa que la del programa, éste ya representa una gran aportación para analizar las teorías evolutivas de la lengua.

[Wired]