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El trabajo es más o menos inevitable, pero ello no significa que no podamos elegir entre alguno que impacte de mejor o peor manera en nuestra calidad de vida.

Aunque el trabajo es algo más o menos inevitable para quienes vivimos en este mundo, ello no significa que no podamos elegir entre uno mejor que otro, dependiendo de los criterios que aplicamos a nuestra existencia y aquello que valoramos más o menos para nuestra vida. ¿Preferimos dinero o tranquilidad? ¿Calidad de vida o una cuenta bancaria abultada? ¿Satisfacciones personas difícilmente cuantificables en términos monetarios o un cheque mensual de varias cifras?

Según Vittorio Hernandez, del International Business Times, estos son los 10 trabajos más y menos estresantes para el 2013, aquellos que generan más y menos tensión emocional dependiendo de la labor que se realiza, clasificación realizada según las condiciones de Estados Unidos pero que, en cierta forma, pueden llevarse a otras latitudes.

Las profesiones vienen acompañadas de una estimación de salario promedio anual.

 

Los menos estresantes:

1. Profesor universitario, 62 mil dólares

2. Costurera/Sastre, 26 mil dólares

3. Técnico de registros médicos, 32 mil dólares

4. Joyero, 35 mil dólares

5. Técnico de laboratorio médico, 47 mil dólares

6. Audiólogo, 67 mil dólares

7. Dietista, 53 mil dólares

8. Estilista, 23 mil dólares

9. Bibliotecario, 55 mil dólares

10. Operador de taladro de pedestal, 32 mil dólares

 

Las más estresantes:

1. Personal militar enlistado, 42 mil dólares

2. General del ejército, 196 mil dólares

3. Bombero, 45 mil dólares

4. Piloto de aerolínea comercial, 92 mil dólares

5. Ejecutivo de relaciones públicas, 57 mil dólares

6. Ejecutivo corporativo, 101 mil dólares

7. Fotoperiodista, 29 mil dólares

8. Periodista, 36 mil dólares

9. Taxista, 22 mil dólares

10. Policía, 55 mil dólares

 

Cabe resaltar que si bien en algunos casos parece que el riesgo de la profesión se compensa con el salario recibido (el personal militar es quizá el mejor ejemplo) esto no es, en modo alguno, una regla, y más bien la disparidad entre sueldos y trabajos es una expresión de una condición más profunda: la desigualdad que caracteriza nuestra época. Un periodista puede vivir en mucho mayor riesgo que un general del ejército, pero difícilmente ganará el mismo dinero. O, en otro extremo, un taxista se mantiene en situaciones de estrés perpetuo que no se ven compensadas por los ingresos recibidos.

Se trata, en suma, de un par de listas que sin duda nos hacen reflexionar sobre la situación socioeconómica de nuestro mundo.

[IBT]