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La fastuosidad de Dubai a su máximo esplendor con un desaforado espectáculo de pirotecnia para recibir el año nuevo

La fastuosidad en el desierto que caracteriza a Dubai es un testimonio del delirio de la riqueza, de un gusto dudoso y con poca conciencia ambiental. En este afán de siempre ir más allá de los límites ordinarios de la naturaleza, Dubai se ha construido como una ciudad artificial, una ciudad imposible que forza lo sustentable hasta llegar a extremos insólitos.

Una de las muestras de esta dimensión de Dubai es la celebración que hacen todos los hoteles del año nuevo, seguramente una de las más espectaculares del mundo, lanzando miles de fuegos artificiales al cielo. Imágenes del Burj Khalifa, la estructura más grande hecha por el hombre, con 829 metros de altura son testimonio de este desaforado espectáculo visual.

[Gawker]