La Navidad está a la vuelta del calendario y, con ella, una docena de tradiciones y rituales que año con año se repiten con mínimas variaciones: los abrazos, la entrega de obsequios, las comidas y cenas familiares, la generosidad o la bondad estacionales, las bebidas calientes y otras tantas ceremonias que involucran una mezcla de sentimientos, condiciones climatológicas, prácticas culturales y hábitos claramente identificables con estas festividades.
En este sentido, incluso la ropa que usamos pertenece al campo semántico de la Navidad y, dentro de esta, mención aparte merecen los suéteres que por indescifrables circunstancias históricas vinieron a fundirse con el espíritu de la temporada.
El "suéter de Navidad", como género de prenda de vestir, destaca, casi siempre, por la fealdad de sus diseños, por la imposibilidad de portarse fuera del contexto específico de las reuniones donde se permite e incluso se celebra su uso. Y, con todo, siguen elaborándose.
Aquí una galería con algunos de los ejemplos más notables en cuanto a mal gusto se refiere, en los cuales el exceso de júbilo degeneró en un verdadero estrago visual. Las imágenes fueron tomadas del sitio deathandtaxes y del diario inglés The Telegraph.