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Estudios demuestran una relación directa entre el consumo de psicodélicos y una mayor búsqueda espiritual ¿cuál es la relación entre la exploración psicoactiva y la inquietud mística?

 

Imagen: Andrew Ostin

Tradicionalmente el consumo de ciertas sustancias consideradas como psicodélicas, por ejemplo, la psilocibina, la mescalina o el LSD, ha sido asociado con experiencias místicas. De hecho, el consumo ritual de ciertos psicoactivos, práctica ancestral en distintas culturas, desempeñaba un papel fundamental en la vida religiosa de estos grupos. Pero ¿cuál es la relación entre dichas sustancias y el desarrollo de una ‘noción’ espiritual?  

En un estudio reciente (Griffiths, Richards, McCann, & Jesse, 2006), se suministró con psilocibina (la sustancia activa de los hongos alucinógenos) a personas que jamás habían consumido psicodélicos. Aproximadamente el 60% de los voluntarios reportó haber experimentado una profunda “experiencia mística” durante el efecto –emociones radicalmente positivas, un sentimiento de unidad con el todo, la trascendencia del tiempo-espacio lineal, etc–.

Continuando en esta línea de investigación, otro estudio comparó las conductas y creencias espirituales entre personas que consumen sustancias psicodélicas, personas que consumen otro tipo de estimulantes (por ejemplo metanfetaminas), y personas abstemias. Los individuos pertenecientes al primer grupo, demostraron mucho mayor convicción alrededor de creencias espirituales como la existencia de un ‘alma universal’, la unidad del todo, la existencia de una realidad trascendental, y el no temor a la muerte. Además, estas personas otorgaron más valor al desarrollo espiritual, y menos a la prosperidad financiera, que los integrantes de los otros dos grupos. Esto último coincidió con un estudio realizado el año pasado (Móró, Simon, Bárd, & Rácz, 2011), en el cual se concluyó que los consumidores de psicodélicos dan mayor prioridad al aspecto espiritual de la vida –definido en este contexto como tu relación con Dios o aquello que percibes como lo más trascendental–, en comparación con aquellos que no los procuran.

Ahora, si bien los estudios anteriormente citados demuestras un vínculo directo entre el consumo de psicodélicos y una cierta tendencia hacia lo espiritual, lo que no queda del todo claro es el orden de los factores. Es decir, ¿aquellos que procuran los psicoactivos tienden a un mayor desarrollo del espíritu, o aquellos que denotan una cierta inclinación hacia lo místico son entonces más propensos a explorar las estepas psiconáuticas? Por otro lado llama la atención que lo más común es que estas personas busquen su desdoblamiento místico a través de causes menos tradicionales en referencia a su contexto sociocultural de origen –fenómeno que puede fácilmente comprobarse con la masificación de creencias orientales, por ejemplo el Budismo, entre los occidentales que son asiduos a los psicodélicos–.

Para concluir podríamos afirmar más allá del orden en la secuencia (si consumes psicodélicos por tu predisposición ante lo místico o si esto sucede de manera inversa), no deja de resultar un fenómeno intrigante el virtual matrimonio entre experiencias psicoactivas y la búsqueda espiritual. A fin de cuentas recordemos que muchos de los teóricos más lúcidos, y apasionados, ante el uso de psicodélicos, adjudican a estas sustancias una particular capacidad de alongar los límites tradicionales de la realidad convenida, favoreciendo la existencia de un mundo (o varios) paralelo al establecido –lo cual ciertamente alude al paralelismo que separa lo etéreo de lo material–.

En este sentido las sustancias psicoactivas bien podrían considerarse como una especie de hacks neurocognitivos, los cuales, al influir directamente en nuestra percepción, evidencian la construcción relativa de la realidad, lo cual te podría remitir a un cúmulo de nociones trascendentales: por ejemplo la unidad como origen y fin máximo del todo, o la posibilidad de ser artífice de tu propia vida (ejercicio durante el cual un pulso ‘divino’ se presenta como una brújula ineludible). Por otro lado vale la pena enfatizar en que el consumo de estas sustancias no es de manera alguna requisito para acceder al axis del espíritu, sino que en realidad actúan como catalizadores que, en ciertas circunstancias, pueden favorecer experiencias útiles para el florecimiento de una conciencia ante la naturaleza mística del universo.   

Twitter del autor: @paradoxeparadis / Javier Barros del Villar

Con información de Psychology Today