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En un acceso de humor poco usual y quizá poco apreciado (quizá por la falta de originalidad), un médico receta 6 candados como tratamiento contra su sobrepeso: el primero para la boca, el segundo para el frigorífico, el tercero...

En Brasil una mujer acudió al médico para que le recomendara un tratamiento contra la obesidad.

De 33 años, 1.53 metros de estatura y 100 kg de peso, Adriana Santos acudió con José Soares Menezes, médico que formaba parte de un puesto ambulante patrocinado por la Fundación José Silveira y la Secretaría de Salud del estado de Bahia.

El galeno, en un acceso de humor poco usual y sin duda todavía menos apreciado (acaso por la falta de originalidad), dictaminó que la mujer debía someterse a una dosis de “cadialina”, falsa sustancia cuyo nombre derivó de la palabra en portugués “cadeados”.

Cuando la paciente le preguntó dónde podía adquirir el medicamento, Soares Menezes respondió que, naturalmente, en una ferretería, pues se trataba nada menos que de seis candados: “Uno para su boca, otro para la nevera, otro para el armario, otro para el congelador y otro para el baúl de la casa”, según refirió la ofendida mujer. Y al parecer no fue todo, pues en caso de no seguir el tratamiento de “candialina”, el médico ofreció una dieta semanal: cuatro días de ayuno por tres días de beber solo agua.

Cuando se confrontó al médico, reclamándole por la supuesta broma, dijo que había usado “un lenguaje figurado”.

La Fundación inició una investigación al respecto que hace unos días culminó con la suspensión de sus funciones.

[Folha de Sao Paulo]