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China planea construir el edificio más alto del mundo en 3 meses: 838 metros, 5 pisos por día

Arte

Por: Jimena O. - 11/26/2012

Acaso como una muestra del poder económico adquirido en las últimas décadas, China busca sorprender al mundo con la construcción del edificio más alto del mundo: Sky City, un edificio de 838 metros que, además, viene con la promesa de ser construido en un tiempo récord, tan solo 3 meses.

Los rascacielos son uno de los símbolos más evidentes del poder económico de una sociedad ―o al menos de cierto sector de esta. Como si se tratase de la corporización en concreto y acero de un estado a un tiempo psíquico y social, estas imponentes construcciones reflejan cierta vanagloria, cierta presunción, cierto cacareo de la bonanza económica de un país y de algunos de sus habitantes.

En este sentido, podría decirse que el anuncio de que China contará pronto con el rascacielos más alto del mundo, parece la culminación de varias décadas de un crecimiento económico tan increíble como constante, el cual ha convertido al país en una pieza ya imprescindible del sistema.

La impresionante construcción, de nombre Sky City, contará con 838 metros de altura (10 más que Burj Khalifa, en Dubai, hasta ahora el edificio poseedor del susodicho mérito) y se ubicará en Changsha, capital de la provincia de Hunan, en la región sur-centro de China, una ciudad de intensa actividad industrial (en sectores tan diversos como el alimentario, el textil y el energético) que en 2010 superaba los 7 millones de habitantes.

Pero por si la altura misma fuera poco, la firma de construcción Broad Sustainable Building asegura que puede levantar el Sky City en tan solo 3 meses, a razón de 5 pisos por día, una promesa verdaderamente ambiciosa que significaría otro récord a establecer.

El costo total del rascacielos se estima en 630 millones de dólares, y una vez terminado servirá de residencia a 17,400 personas, además de ofrecer servicios de hotel, hospital, escuelas y oficinas.

También en Pijama Surf: Construir rascacielos es signo de una crisis económica inminente.

[RT]