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Una erección en la clase de yoga puede pasarle a cualquiera, en el océano se sexy paran que fluye, y puede desatar todo tipo de secuelas.

El yoga en las últimas décadas se ha convertido en  una de las formas de ejercitarse más populares en Occidente --manteniendo un aspecto híbrido, tiene algo de deporte, fitness y tonificación cultural, al tiempo que mantiene aspectos espirituales y esotéricos. Aunque en la mayoría de los casos en los países occidentales el yoga es visto como una disciplina psicofísica secular apta para cultivar la salud, sin ahondar en el significado de las posturas (o asanas) y en la filosofía religiosa que las sustenta --es inevitable que al realizar estos protocolos ancestrales para elevar la energía del cuerpo uno entre en contacto con un cierto misticismo erótico.

El erotismo del yoga viene, según algunos estudiosos como  William J. Broad, de su desprendimiento del tantrismo. La versión más popular en Occidente, el hatha yoga muestra un deseo de "fusionar los aspectos masculinos y femeninos del cosmos en un estado de conciencia extática”. La clave esta en la misma palabra ha (sol) tha (luna). La palabra yoga en sánscrito significa unir o juntar (esto puede entenderse desde una acepción erótica o como "la unión verdadera de nuestra voluntad con la voluntad de Dios y el Universo", en palabras de  B.K.S.Iyengar).

Esta introducción más erudita contrasta con la realidad práctica del yoga en Occidente, donde en la mayoría de las clases ahí un aspect ratio de más mujeres que hombres y donde la ropa deportiva ajustada y la gracilidad y dinámica de las posiciones que reafirman los cuerpos torneados puede hacer para la sexualid masculina, en sus aspecto más primitivo, se vea envuelta en un festín de estímulos, en ocasiones difícil de controlar. El OM puede ser el oso solar del lingam que se manifiesta.

El siguiente video hace mofa de las clases de yoga, desde esta visión testosterónica; tanto de la sexualidad como de la espiritualidad --en su cariz más presuntuoso. Ciertamente el video es un tanto burdo y poco sofisticado, sin embargo en ocasiones es bueno reírse de sí mismo --el yoga con toda su refinación milenaria-- aunque esto signifique cierta noción vulgar o caricaturesca de lo que es uno mismo.

El rap spoof "Boner Yoga" de Jelly Donut y David Daweeds juega con el slang sexual y las nombres de las asanas. "Damn it, Janet! I cannot handle ya camel toe when ya land in camel pose" [No puedo aguantar tú dedo de camello cuando haces el camello]. O  "Sasha, I don't mean to harass ya but i love yo ass-uh, when you do a vinyasa" [No es mi intención acosarte pero amo cuando haces un vinyasa]. También, el clásico albur:  "Floating with my third eye open hopin my third leg gets some gropin". [Flotando con mi tercer ojo abierto esperando que mi tercera pierna obtenga algo de acción].