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Tim Leary y Carl Sagan discutieron en misivas temas de la exobiología: Sagan elogió la idea de un "club de jardinería transgaláctico", en la que juega con la posibilidad de que seamos semillas de las estrellas.


En 1974 Tim Leary, "el hombre más peligroso" de Estados Unidos" según Nixon, se encontraba en  la prisión  de Vacaville (una de las 29 prisiones en las que estuvo preso). Ahí Leary tuvo una serie de momentos epifánicos que lo acercaron al transhumanismo y a la idea central de que el ser humano evolucionaría viajando al espacio y colonizando nuevos mundos --al parecer motivados por una transmisión telepática astral. Esta información fue agrupada en el proyecto Starseed Transmissions que dio fruto al libro Terra II. Leary le hizo llegar este texto al astrónomo Carl Sagan, aunque pocos lo saben, entusiasta del cannabis y los estados alterados de conciencia.

Sagan contestó a Leary, cuya compañía en ese entonces era indeseada para el establishment,  sobre su texto (uno de los más extraños en su obra) e hizo planes para visitarlo.

 

Febrero 19, 1974

Querido Tim:

Gracias por tu última nota y por el libro TERRA II. No tengo problemas con las mutaciones aleatorias y la selección natural como material de trabajo para el procesos evolutivo. De hecho, con lo que sabemos de biología molecular, no veo forma de evitarlo. Pero me encantó tu comentario sobre el "club de jardinería transgaláctico". Obviamente, si los extraterrestres son muy poderosos, pueden hacer lo que quieran, pero no creo que podamos contar con ello. Adjunto un artículo  de "Life" que hice para la Enciclopedia Británica que te podría gustar.

Sobre los requerimientos básicos para la exploración interestelar, dudo que que una expedición humana a Marte pueda realizarse en los siguientes 25 años por menos de $300 mil millones [de dólares]. Trata de hacer un presupuesto para tu nave espacial y ve lo que costaría. De hecho, tal vez la razón por la que no hemos sido visitados es que el vuelo interestelar, aunque técnicamente posible, dejaría pobre a cualquier planeta que lo intentara.

Luego Sagan hace planes para visitar a Leary y le envía el poema  “The Other Night” de Diane Ackermann, quien escribiera sobre el cometa Kohoutek, que había llamado la atención del ex profesor de Harvard.

Lo interesante de esta carta es evidentemenete la mención de un club transgaláctico de jardinería, seguramente una referencia a los planetas como huertos de cultivo para la evolució --en la visión de Leary la humanidad se graduaba al propulsarse al espacio, en un acto de inteligencia cósmica. Leary, que asumió el papel de evangelistas del transhumanismo, la exploración espacial y la realidad virtual, no defendió esta idea, que vemos esbozada en Terra II: A Way Out, de que existía una inteligenca extraterrestre que de alguna manera había hecho de nuestro planeta un semillero. Una idea controversial, todo lo más  ya que era inspirada en comunicación telepática de las estrellas, algo que Leary tenía en común con Robert Anton Wilson, según RAW reveló en su trilogía Cosmic Trigger (telepatía con la estrella Sirio, un enigma que también parece agrupar a personajes como Philip K. Dick, Gurdjieff y Uri Geller). Tanto Philip K. Dick como Robert Anton Wilson intentaron entender qué era lo que había sucedido, considerando la posibilidad de que fuera una manifestación externalizada de su propia psique, resultado quizás de un momento de demencia.

Las "transmisiones astrales" de Leary ocurrieron durante su estancia en la prisión de Folsom. En este notable documental, Leary relata sus impresiones de estar encarcelado, su anterior fuga de prisión y los temas de "cajón", la conciencia, los psicodélicos y la política estadounidense.

[Dangerous Minds]