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Luego de 30 años, una pareja en Inglaterra descubre que debajo de su sala se encontraba un pozo medieval que data del siglo XVI, al fondo del cual residía un inesperado tesoro.

De las muchas cosas que pueden encontrarse debajo de un sofá, pocas tan inesperadas como un pozo que haya sido construido en la Edad Media.

Esto fue justamente lo que encontró una pareja que por 25 años ha convivido en la sala de su casa sin sospechar que debajo de esta se encontraba una construcción de 10 metros de profundidad que, según se supo después, data del siglo XVI.

Hace casi 30 años, Colin Steer, el esposo, estaba realizando algunas reparaciones en la pieza cuando notó que en el piso de la sala había una ligera depresión que, sin embargo, apuntaba directamente a los cimientos de la casa. Todo este tiempo el hombre estuvo excavando, aunque se detuvo cuando llevaba 5 metros de profundidad.

“Siempre quise escarbar y ver si podría encontrar una olla de oro al fondo, así que cuando me retiré el año pasado, lo empecé a hacer”, declaró.

Y al parecer su intuición no andaba equivocada, pues si bien no encontró el botín perdido de un cruzado o las joyas escondidas de una cortesana, al menos se vio recompensado con una vieja espada, probablemente “un arma de combate un viejo campesino”.

Al parecer el pozo forma parte de un sistema de agua construido a instancias de Sir Francis Drake para llevar agua de Dartmoor a Plymouth, en Inglaterra. Aunque claro podría ser un vórtice interdimensional.

[Telegraph]