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From Chaos to Cosmos: nuevo album de Aleph (el 'enfant terrible' de Siberia)

Por: Javier Barros Del Villar - 07/18/2012

Este album constituye una excéntrica joya envuelta en perfume electro-siberiano y compuesta por Ivan Erofeev, quien solo tiene 19 años.

 album de aleph from chaos to cosmos

En todo arte, y en la vida misma, hay piezas que destacan por su rareza. Independientemente de que tengan o no otras cualidades, su peculiaridad genera en nosotros una atracción per se. Tal es el caso de este album que hoy les compartimos. Destilando nieve siberiana a través de improbables secuencias rítmicas, Aleph entreteje ocho lúcidos tracks para dar vida a su segunda a producción de estudio, la cual, como su poético nombre sugiere (From Chaos to Cosmos) te lleva a recorrer espasmódicos senderos, estepas minimalistas y metálicos montículos, en busca del mapa que enlaza (y enciende) los intervalos que separan dos universos.

La primera vez que lo escuche me pareció curioso como este disco puede evocar una sensación radicalmente paradójica: por un lado se manifiesta una especie de vu deja (la sensación de que jamás has vivido algo similar a ese momento) y por otro te envuelve una cierta comodidad que solo puede generar algo que te es familiar (tal vez se trata de un hechizo aprendido a sus ancestros chamánicos que hipnotizaban con tambores). 

La identidad sonora de este infante terrible del norte de Rusia, quien por cierto tiene solo 19 años, es poco común. Lo anterior tal vez se deba a que Ivan Erofeev creció en un pequeño pueblo encrustado en la fría Siberia, y a que antes de comenzar hace cinco años a componer hip hop en su computadora, tuvo una estricta formación como violinista. El resultado es un efervescente cocktail de atmósferas que incluyen una especie de drum and bass sideral, con pinceladas de electro, dubstep, y una fantasmagórica presencia de migajas hip hoperas.

En resumen este album es una rara joya que el 2012 tiene para nosotros, gracias a la cual ahora sabemos que en el camino del caos al cosmos hay que mantener un patron de respiración esencialmente elástico, de lo contrario podrías no disfrutar el trayecto (y recordemos que el camino es en sí la meta).

Twitter del autor: @paradoxeparadis / Lucio Montlune