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La psicodelia se desdobla naturalmente en la animación: clásicos de alta estimulación visual y narrativas que lo mismo expanden la mente que nos hacen disfutar de un buen rato. Y como dosis extra una reflexión: ¿qué es lo psicodélico?

 

El amor por la psicodelia es un amor por la exploración de las realidades (la realidad, descubre el psiconauta, es siempre plural y esta sujeta a las fabulosas veleidades  de la mente). La psicodelia navega por los mundos posibles y regresas con visiones al campo de la conciencia. Y si estas visiones generalmente son asociadas con  una policromía caleidoscópica, flores giratorias en el cabello y con drogas psicoactivas como el LSD, esto es una simplificación de un dominio mucho más amplio. La psicodelia o lo psicodélico significa "aquello que manifiesta la mente", especialmente aquella sustancia mental que no percibimos comúnmente, puesto que estamos atentos solamente a una pequeña gama del espectro electromagnético y dimensional y puesto que fijamos nuestra conciencia en un plano funcional que requiere de una percepción focalizada: tomar una jarra, escribir este post, pensar en lo que nos pasó hoy. Esta profundidad mental se manifiesta generalmente en imágenes: imágenes que construyen realidades alternas.

La psique en su profundidad y en su etiomolgía abarca a el alma: lo psicodélico es también aquello que manifiesta el alma, una memoria que va más allá de de nuestra conciencia cotidiana y que re-presenta los símbolos e imágenes primordiales y transpersonales de nuestra humanidad. 

Lo psicodélico es percibido también como lo raro y a primera vista incoherente, en buena medida porque no estamos acostumbrados a mirar la realidad desde otra perspectiva --usando otras regiones de nuestro cerebro. Existe aquí una conexión entre lo psicodélico y lo surrealista o lo onírico, una conexión a través del puente del inconsciente; los psicodélicos (drogas, imágenes o ideas) manifiestan nuestro inconsciente, pero lo hacen generalmente mientras estamos despiertos, así estas imágenes psicodélicas llegan a ser tomadas por alucinaciones o desvaríos, aunque a veces nos comunican un mensaje vital, enigmático y de gran importancia para la revelación o concientización de la mente o alma. Es como si un lúdico fantasma quisiera seducirnos, y para hacerlo proyectara las imágenes más fascinantes, más cautivadoras, que nos hacen salirnos de nuestra personalidad o ego --justamente para que en ese momento pueda poseernos (un fantasma que somos nosotros mismos).

Los siguientes videos han sido compilados en parte tomando algunos elementos de una notable lista de la revista Wired y en parte bajo nuestro propio criterio. Clásicos de antaño dominan la lista a manera de una educación sentimenal psicodélica, una iconografía que va moldeando nuestra mente colectiva (psicovintage) y se mezcla con nuestros sueños y fantasías.  La lista, para no complicar aún más una selección que es siempre insuficiente excluye animaciones en stop-motion y videoclips musicales: el centro del mandala es la narrativa y su extraña bifuración hacia jardines multidimensionales. La estimulación visual es importante --pero hemos decidido no incluir animaciones dentro de películas no-animadas, como podría ser el viaje de ayahuasca de Blueberry o el viaje de DMT de Enter the Void.  Consideramos que lo psicodélico tiene una manifestación natural, un cauce meta-lógico de desdoblamiento en la animación: precisamente porque no obedece a la lógica del mundo "real" que experimentamos convencionalmente. La animación permite crear imágenes que no se encuentran en este mundo "real" --se encuentran en el mundo mental-- y concatenarlas en secuencias y transformaciones que desafían a través del artificio los límites ordinarios del mundo. La palabra animación es elocuente: animamos el contenido (y el flujo) oculto de la mente. Darle vida a este contenido nos permite observar nuestra conciencia en el mundo, fuera de nosotros y quizás entender que las elucubraciones de la mente pueden ser no sólo fantasías y alucinaciones, sino realidades alternativas que pudieran materializarse o que al menos nos permiten comprender el orden secreto de las cosas.

Estamos seguros de que se nos han escapado algunas joyas psicodélicas en esta lista por lo cual pedimos a los lectores que nos hagan saber sus animaciones psicodélicas favoritas en los comentarios y contribuyan a la psiconáutica colectiva de la Red.

-Yellow Submarine - George Dunning

Esta fantasía musical animada fue un parteaguas en la historia de la animación, incorporando técnicas mixtas a los dibujos animados, creando un pastiche de realidades.  La película dirigida por George Dunning e ilustrada por Heinz Edelmann se sirvió de la música de Los Beatles, justamente después de su etapa más psicodélica, la que plasmaron en Sargent Pepper's...  para crear un viaje mágico que lo mismo hacía felices a los niños que a los adultos viajando en LSD. Yellow Submarine cambió el paisaje de la animación y mostró que se podían hacer obras de alta consideración estética sin dejar de ser divertidas, con esta técnica que no se limita al entretenimiento infantil.

-Ghost in the Shell - Mamoru Oshii

 

Los que mejor descubrieron que la animación no sólo era para niños, y que podía ser una poderosa fuente de expresión artística y de exploración psi-fi, fueron los japoneses con su anime.  Akira fue el hito que marcó un antes y un después, pero Ghost in the Shell quizás sea el despunte que rasgó el velo de Maia, presentando una realidad hecha por computadora altamente estimulante desde una perspectiva sensorial como filosófica. Después de Neuromancer, este es el clásico cyberpunk que se conecta directamente con Matrix, una película que, más allá de su cinefilia o de su calidad, pasará a la historia como una de las películas que más  ha alterado la conciencia planetaria, específicamente en su reflexión de, ¿qué es la realidad? La pregunta que obsesionaba al padre legítimo del cyberpunk, Phillip K. Dick. Ghost in the Shell, junto con Neuromancer, nos revelan que la información, en su constituyente básico, tiene una dimensión psicodélica. La realidad virtual es la máxima droga. Descubrir que la información programa la realidad es la posibilidad de despertar de la alucinación consensual que llamamos realidad. El hacker se revela como el héroe metafísico del futuro --y también aquel que denuncia que estamos siendo manipulados por programas de diseño de realidades. Es la voz que clama en el desierto digital.

Mind Games--Maasaki Yuasa

Este viaje iniciático envuelto de una sobredosis de iconolatría fue realizada por el  japonés Studio 4C y mezcla diferentes técnicas de animación para crear un extraño híbrido de pop psicodélico. La narrativa es igualmente compuesta por un cóctel variopinto que incluye la vida después de la muerte, los Yakuza, el viaje dentro de la conciencia de un cetáceo y alegorías de las aventuras de Pinocho. Un sueño fébril inscrito en el mundo posmoderno de consumismo, enajenación y espiritualidad ansiosa de romper el cascarón. 

Waking Life-- Richard Linklater

Utilizando rotoscopía de punta de lanza, Waking Life  es una oda al mundo de los sueños y su potencial como eje transformador.  La película muestra que las ideas pueden ser psicodélicas, la filosofía en torno al sueño lúcido puede hacerte tener sueños lúcidos. Desfilan Carlos Castaneda, Ruper Sheldrake, Stephen Laberge y decenas más de filósofos y escritores con la consigna de provocar un despertar consciente en el sueño de la cotidianidad indolente. Habría que mencionar también la animación de Richard Linklater de la novela A Scanner Darkly, una obra maestra del badtrip, del ubicuo Phillip K. Dick.

Takashi Murakami- Superflat First Love

Animación psicodélica para hacer el más extraño y cool branding para la marca Louis Vuitton. Una versión de Alicia en el País de las Maravillas sólo que también en el País de las Marcas, que sin embargo es estéticamente espectacular. Una fantasía infantil fractal, parte de una secuela, donde lo psicodélico es inseparable de la mercadotecnia.

The Thief and the Cobbler-- Richard Williams

Otro clásico de culto que hace un mashup de Las Mil y Una Noches con dibujos animados occidentales, cuestionando lúdicamente la naturaleza de la realidad e inyectándose en el ojo espiral del laberinto.

El No-Hitter en LSD de Dock Ellis

Para celebrar el acontecimiento deportivo más psicodélico de la historia, el juego sin hit ni carrera de Dock Ellis bajos los efectos del LSD, No Mas y el artista James Blagden se combinaron paran realizar esta divertida e informativa animación. El LSD llevó a Ellis a dominar el diamante. El pitcher Doc Ellis perdió la noción del tiempo y olvidó que ese día lanzaba contra los Padres, tomó un poco más de LSD y luego descubrió que le tocaba subir a la lomita. Lo demás es historia.

Malice in Wonderland --Vince Collins

Vince Collins es uno de los grandes animadores de la historia. En este clásico de los 70, vemos la versión pesadillesca del clásico de Lewis Carroll. El agujero del conejo es un agujero negro que es una vulva que es un monstruo: y dentro de esa vulva esta el universo. Vale la pena reparar en los perturbadores loops fractales de esta genial pieza.

 

Planeta Fantástico - Rene Laloux y Roland Topor

Verdaderamente una de las grandes obras de arte de la animación, surrealismo extraterrestre. Un mundo donde los humanos (Oms) y los dioses reptilianos (Draags) viven entre la armonía y la extinción. Una poderosa alegoría del origen de la Tierra con matices sobre el papel de la ciencia y la superstición.

The Animatrix --Varios

 
 

El remix en anime del clásico de los hermanos Wachovski es una estimulante meditación sobre la tecnología y la sociedad de control. Varios cortos mercen destacarse, aquí Matriculated de Peter Chung: la antimatrix: una máquina capturada por humanos que la someten a una alucinación consensual en la que busca su propia humanidad.

 

-El Flashback de Danny Gomez

  

Otro clásico de culto, esta vez de la era del Internet, los hotdogs digitales y de las tribus del goa y del psytrance. El flashback de ácido y hongos alucinógenos del psiconauta Danny Gomez es guíado por el Dr. Albert Hoffman que funge como una versión chamánica de Carl Jung, tocando un hipnótico atabal que lo lleva a la selva de su inconsciente, donde recuerda la transmigración enteógena. Es también el mejor video hecho para la música de Shpongle, Divine Moments of Truth, una alusión directa al DMT. Danny Gomez se enfrenta con los elfos fractales de la dimetiltriptamina y se adentra en los tápices coloridos de la ayahuasca, en un viaje que ha hecho sonreír a millones de psiconautas.

Twitter del autor: @alepholo