Dos turbinas producen una onda etérea de sonido en la mitad de una habitación oscura. Este es el encuentro con la transmisión energética fundamental del universo --ondas electromagnéticas permean el cosmos, fluyen como una cadena que conecta el primer impulso con el último (espectros del cuerpo de un dios-fluido).
La onda luminosa que proyectan estas turbinas se modifica conforme al ángulo de observación y la interacción de los usuarios --puede convertirse en una línea recta, en una cuerda para saltar, en una espada láser...
Dice el artista español Daniel Palacios: "Un pedazo de cuerda representa trdimensionalmmente una serie de ondas flotando en el espacio, y la acción física del movimiento produce sonidos : la cuerda que crea el volumen simultáneamente crea el sonido al cortar a través del aire, haciendo un solo elemento".
El sitio But Does it Float, titula su ensayo visual sobre la instalación con una cita de Alfred North Whitehead: "Yace en la naturaleza de las cosas que lo plural entre en compleja unidad". Es curioso ver como las curvas sinusoides de las ondas --en sus múltiples manifestaciones-- despliegan una estructura similar a un enlace, un codón de ADN, una articulación (de información), el encadenamiento a través de aros que se entrelazan (¿es esta una estructura universal, parte de la geometría del espacio?).