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Una nueva cascada de inspiración digital, vía Jason SIlva. La evolución biológica puede ser hackeada por la mente humana y su esparcimiento viral; las ideas están vivas y quieren liberarnos

 

Para el desayuno galáctico del día, algunas ideas compartidas por Jason Silva, el siempre entusiasta cazador de epifanías. 

En su video "Radical Openess", recientemente presentado en la Conferencia TED Global, Silva regresa a la fórmula subversiva de poco más de dos minutos de incesante ataque psicoactivo, bombardeando nuestra mente con citas e imágenes que, en sus mejores momentos, detonan resonancias mórficas en nuestras nueronas de una inteligencia global que despierta, o que coquetea con materializar el espíritu. Son ciertamente los bríos acelerados del optimismo, pero en su incercia se abren puertas de intercambio, de discusión a través de la telepatía electrónica, donde las "ideas pueden tener sexo" y de esta cópula memética surgen los futuros espacios de evolución y éxtasis.

Básicamente Jason Silva nos recuerda que la evolución humana ya no sólo está alimentada por los impulsos  de la biología, está siendo moldeada por la mente a través de sus partículas. "Las ideas son tan reales como las neuronas que habitan... las ideas tienen las propiedades de los organismos, son infecciosas, se esparcen... son los nuevos replicantes". Una idea de Mckenna, vía Silva: "Desde el momento en el que los humanos inventaron el lenguaje la evolución biologica pasó a ser un fenómeno cultural epigenético, ahora tomamos la materia de organización primitiva bajo nuestros flitros mentales y la extrudimos como iPhones y naves espaciales".

Podemos advertir una radical confianza en la tecnología (una pelgriosa enajenación ante su poder prometeico), pero Silva nos recuerda que la tecnología es totalmente natural. El silicio y el cuarzo que componen la computadora a través de la cual tus neuronas leen estas palabras, también proviene  íntegramente de la matriz de la Tierra. Y aunque los materiales que usamos en nuestros gadgets o en nuestros alimentos han sido procesados y se encuentran, bajo cierto purismo, más lejos del estado virginal de la materia, de una mítica comunión original, su transformación en herramientas y máquinas es justamente aquello que nos hace humanos, que nos permite concretar nuestra imaginación. El hombre, siendo tanto mimético como memético, imita a la divinidad o a la biología misma que lo origina. Dice Sir Thomas Browne:

Ahora bien, la naturaleza no es una desviación del arte ni el arte de la naturaleza, pues ambos son solo los sirvientes de la providencia: el arte es el perfeccionamiento de la naturaleza; si el mundo estuviera como estuvo en el sexto día de la creación, aun habría un caos: la naturaleza ha producido un mundo y el arte otro. En resumen, todas las cosas son artificiales, pues la naturaleza es el arte de Dios

En el futuro el alma será una máquina Xerox. No hay forma de saciar la sed de crear --es el código embebido de la expansión del universo en las células. Creamos copiando y transformando la naturaleza.  Silva cita a Freeman Dyson: "En el futuro una nueva generacion de artistas escribirán genomas con la fluidez que Byron y Blakes escribieron versos". ¿El matrimonio del Cielo y la Tierra es el matrimonio del arte y la tecnología? ¿Nos convertiremos en poemas genéticos que se elevan a las estrellas, reescribiendo nuestro código en constelaciones?  Son sólo ideas, pero las ideas son lo único que no puede ser destruido: una vez que existen, aunque se aniquile el vehículo, son parte de la mente colectiva, de la noósfera naciente.

La poligamía y la promiscuidad ideológica son fértiles; de la misma forma que fue y es necesaria una liberación sexual, una exploración corporal y una resignificación de lo sagrado intímamente ligada al sexo, es vital una liberación de las ideas. Ideas que son también superconductores de energía psíquica. Quizás no una orgía, la desmesura sin dirección o intención, mejor: experimentos de sexo memético en pareja y en grupos. La diversidad de la mentes que se interpenetran. Recordemos que el secreto de la alquimia es la conjunción de los opuestos --cotejar ideas, revolverlas, destilarlas y transmutarlas como si fueran metales-- para lograr la Gran Obra, materializar el sueño dirigido de la humanidad, operar sobre la materia para que se convierte en una sustancia volitiva, simple interfaz entre la mente y su deseo de divinidad.

Queremos nuevos mundos: dejemos entonces que nuestras ideas tengan sexo libremente.

Twitter de Jason Silva: @jason_silva

Twitter del autor: @alepholo

Audioentrevista con Jason Silva