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Aunque se trata de un evento sumamente caótico en el que incluso el factor más ínfimo decide la victoria o la derrota, matemáticos aseguran haber encontrado un método para derrotar a un casino jugando a la ruleta.

Hace casi cuarenta años, en la década de los 70, un joven universitario de nombre Doyne Farmer, derrotó a “la casa” jugando a la ruleta en un casino de Nevada, y esto no por buena suerte ni por casualidad, sino porque entonces Farmer poseía ya los suficientes conocimientos en matemáticas y computación como para realizar los cálculos que a la postre le otorgarían la victoria.

En aquella época, sin embargo, Farmer se negó a revelar su secreto, hasta ahora y a raíz de la publicación de un artículo en el que dos colegas suyos aseguran que basta una computadora portátil e incluso un teléfono inteligente para revertir las probabilidades de ganar en la ruleta a favor del jugador.

Según Michael Small y Michael Tse ―de las universidades del Oeste de Australia en Perth y la Politécnica de Hong Kong, respectivamente― la clave de la victoria está en registrar el momento en que la pelota y la rueda giratoria pasan por un punto señalado de antemano. Este modelo divide al juego en dos: por un parte, lo que sucede cuando la pelota rueda por la circunferencia de la ruleta y luego cae (lo que es altamente predecible) y, por otra, lo que sucede después de la pelota comienza a saltar (lo que es caótico y difícil de predecir). Partiendo del primer aspecto, Small y Tse pudieron calcular dónde aproximadamente la pelota comenzará sus saltos erráticos y, por lo tanto, en que parte de la ruleta es más probable que se detenga.

Los investigadores utilizaron un dispositivo de recuento similar al de Farmer, acertando en qué mitad de la ruleta caería la pelota en 13 de 22 eventos; por otra parte, en 3 intentos el modelo predijo exactamente la casilla ganadora. Con esto, las probabilidades pasaron de 2.7% a favor de la casa, a 18% a favor del jugador (en ruletas de estilo europeo). Estas pruebas se realizaron otras 700 veces utilizando un sistema automatizado de grabación.

En opinión de Farmer, los cálculos de sus colegas se distinguen de los suyos en que estos suponen que la principal fuerza que detiene el movimiento de la pelota es la fricción en la ruleta, aunque según él la verdadera responsable es la resistencia del aire.

Sea como fuere, Small piensa que los dueños de los casinos saben de esta multitud de ínfimos factores que determinan la victoria o la derrota de alguien, el jugador o la casa. Incluso Holger Dullin, experto en mecánica y teoría del caos de la Universidad de Sydney, piensa que las casas de juego podrían prevenir el desfalco simplemente cerrando las apuestas antes de que, en el caso de la ruleta, la pelota haya girado lo suficiente como para realizar los cálculos mínimos que el asunto requiere.

Con todo, el investigador de Perth dice saber de personas que además de intentar este truco, les ha funcionado.

Si tú, lector, quisieras probar suerte, puedes empezar consultando el artículo de Small y Tse haciendo clic en este enlace (INGLÉS/PDF).

[New Scientist]